Los ejércitos de Corea del Sur y EE.UU. llevaron este jueves 4 de enero de 2024 a cabo maniobras con fuego real cerca de la frontera con Corea del Norte, según informó en un comunicado el Estado Mayor Conjunto (JCS) surcoreano, en lo que supone una nueva acción que subraya la escalada militar en la península coreana.

Las maniobras involucran unidades de infantería y se vienen celebrando desde el pasado 29 de diciembre en la localidad de Pocheon, 45 kilómetros al noreste de Seúl.

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El ejercicio, que dura hasta el 5 de enero, busca mejorar las capacidades interoperativas de los aliados, según el comunicado del JCS.

En el ejercicio participaron 110 sistemas de armamento surcoreanos y estadounidenses diferentes, incluidos tanques K1A2, vehículos blindados como el K-600, aviones de combate A-10 o sistemas de artillería.

Hoy mismo, los medios norcoreanos criticaron con dureza estas maniobras, con la agencia estatal KCNA calificando de acciones "auto destructivas" estos ejercicios en Pocheon y también unas maniobras con fuego real que realizó el miércoles la marina surcoreana.

A su vez, el portavoz del JCS Lee Sung-jun afirmó en rueda de prensa que el ejército de Corea del Norte ha estado llevando a cabo desde antes de fin de año sus tradicionales maniobras de invierno.

Estos ejercicios norcoreanos suelen durar hasta primavera y normalmente implican ensayos de artillería.

Coincidiendo con el final del año el líder norcoreano, Kim Jong-un, dijo que no existe ya ninguna posibilidad de reconciliación ni reunificación con el Sur y que su régimen continuara reforzando su programa atómico y de misiles, mientras que el presidente sureño, Yoon Suk-yeol, subrayó en su discurso de Año Nuevo que Seúl y Washington modernizarán este año su estrategia de disuasión, que incluye ahora la opción nuclear.

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Tras el fracaso de las negociaciones sobre desnuclearización con Washington en 2019, Pionyang aprobó un plan de modernización armamentístico -que incluye desplegar satélites militares y ha implicado la realización de infinidad de pruebas de misiles- además de rechazar el reinicio del diálogo y buscar un mayor acercamiento con Pekín y Moscú.

Mientras, Seúl y Washington han reforzado la cooperación militar con Tokio y fortalecido su mecanismo de disuasión multiplicando sus maniobras conjuntas y desplegando cada vez con más frecuencia activos estratégicos estadounidenses en la península.

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