El presidente de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa, defendió que los sacerdotes sospechosos de pederastia deben ser apartados cuanto antes para evitar más víctimas después de que las diócesis de Lisboa y Oporto hayan decidido mantener en activo a 12 curas señalados.

“Entiendo que es una cuestión tan obvia de prevención y de tomar medidas cautelares, para salvaguardar a posibles nuevas víctimas y salvaguardar a los eventuales involucrados, que creo que una reflexión cuidadosa llevará a que se haga lo que en un primer momento, incomprensiblemente, no se hizo", afirmó el jefe de Estado.

Además, insistió en que esta medida debe ser aplicada "cuanto más deprisa, mejor".

Rebelo de Sousa realizó este sábado 11 de marzo del 2023 estas declaraciones a los periodistas tras ser cuestionado por el anuncio realizado el pasado viernes 10 de marzo por las diócesis de Lisboa y Oporto, que informaron que tienen 12 curas sospechosos de pederastia en activo pero que por ahora no van a apartarlos cautelarmente porque están a la espera de tener más datos sobre las acusaciones.

La lista con los nombres de los sacerdotes surge de un informe divulgado en febrero de este año por una comisión de expertos que investigó la dimensión de la pederastia en la Iglesia católica lusa desde 1950 hasta la actualidad y que recoge que hay más de 4.800 víctimas y cerca de un centenar de sacerdotes sospechosos en activo.

La Conferencia Episcopal Portuguesa (CEP) informó hace una semana que dejaba a criterio de cada diócesis las medidas a implementar sobre los curas señalados y hasta la fecha solo se ha apartado a cinco sacerdotes.

Para Rebelo de Sousa, la primera medida es "no tardar más tiempo", seguido de "asumir responsabilidad plena", "tomar medidas preventivas, que significa apartar del ejercicio de funciones o de responsabilidades pastorales a quien debe ser apartado por esas medidas preventivas y mostrar la voluntad de reparar a las víctimas".

Estas declaraciones de Marcelo Rebelo de Sousa, católico practicante, van en línea con las que realizó el pasado jueves 9 de marzo en una entrevista a los medios Público y RTP, cuando mostró su "desilusión" por la reacción de la CEP ante los más de 4.800 abusos a menores destapados.

"La posición de la Conferencia Episcopal fue una desilusión. Se quedó corta en todos los puntos que eran importantes", alegó el jefe de Estado en la entrevista, donde subrayó que "lo más grave" fue la falta de responsabilidades asumidas.

"¿Por qué no responde la Iglesia católica por actos practicados por alguien que, además de invocar el oficio de la fe, es representante de una Iglesia, certificada, legitimada, encomendada para hablar de su misión pastoral? ¿Cómo? ¡Es incomprensible!", añadió.

Las diócesis lusas que han decidido suspender a sacerdotes señalados en sus regiones hasta el momento han sido las del archipiélago de Azores, que ha apartado preventivamente a dos; Évora (1), Guarda (1) y Braga (1).

En Braga hay otro que ya fue sometido a un proceso canónico por pederastia y al que se aplicaron "medidas disciplinarias", y la archidiócesis matizó que si se comprueba que hay "hechos nuevos" se iniciará un procedimiento adicional.