Un grupo de mujeres protagonizó este jueves una jornada de protesta a puerta cerrada, en la ciudad de Kabul, para exigir el respeto a sus derechos, desafiando así al régimen talibán y la represión de las manifestaciones.

La protesta organizada por el grupo de activismo Unidad y Solidaridad de Mujeres Afganas, para reclamar "justicia, educación y trabajo", reunió a varias decenas de mujeres en el interior de un edificio de la capital afgana.

Grabaciones de las mujeres coreando eslóganes por la libertad y exclamando "queremos justicia" fueron difundidas por las propias manifestantes a través de los medios de comunicación, evadiendo los controles de los islamistas.

"Una vez más, un gran número de mujeres cuyas voces a favor de la justicia han sido reprimidas en repetidas ocasiones, condujeron inevitablemente una protesta en interiores para evitar la violencia por parte del Emirato", dijo a Efe una miembro de Unidad y Solidaridad de Mujeres Afganas.

Las mujeres de todo el país, principalmente en la capital afgana, han protestando durante meses por la educación y los derechos laborales desde que los talibanes tomaron el control de Afganistán el pasado 15 de agosto.

Si bien, el régimen talibán no ha respondido a las exigencias, y en cambio ha revertido varios de los logros feministas, la situación de las mujeres es una de las principales preocupaciones de la comunidad internacional.

"Desde hace tres meses estamos reclamando nuestros derechos, qué recibimos: sólo azotes y golpes por parte del Gobierno", dijo a Efe Marjan Amiri, una de las manifestantes.

El temor infundido por el regreso de la época de opresión, que caracterizó el primer gobierno régimen talibán, se extiende por todo el país. Activistas y miembros de la sociedad civil creen que este es un momento vital para alzar la voz.

"La mayoría de las mujeres que eran el único sustento económico para sus hogares perdieron su trabajo y las niñas perdieron su educación, no nos quedó nada para sobrevivir (...) si no levantamos la voz ahora se acabó", señaló Amiri.

Al igual que buena parte de la sociedad afgana, las mujeres han expresado su decepción con la comunidad internacional que, a su juicio, ha abandonado a los afganos en medio de una de las peores crisis económicas y humanitarias.