Un maletín con instrumental médico de telediagnóstico logró salvar hace unas semanas la vida de un marinero español que sufrió cuatro infartos en alta mar, ya que permitió a un cardiólogo monitorizar y tratar al enfermo a miles de kilómetros durante las ocho horas que el buque tardó en llegar al puerto más cercano.

Es uno de los diagnósticos que se han podido realizar con este maletín, llamado 'Medici', del tamaño de una maleta de cabina de avión, que desde hace 25 años se usa en las Fuerzas Armadas españolas -en conexión con el hospital militar Gómez Ulla de Madrid- y que ahora se trata de incorporar al campo civil para residencias de ancianos o asistencia médica en las zonas poco pobladas del país.

La empresa española Comitas e-health comercializa estos maletines, valorados en unos 50.000 euros (53.000 dólares). Son "de fácil uso y transmisión por satélite o wifi", con baterías para una autonomía de diez horas, explica en una entrevista con EFE el director de Comunicación, Jesús Bustamante.

La Organización de Productores Asociados de Grandes Atuneros Congeladores (Opagac) ha firmado con la empresa fabricante de los maletines y con una cadena privada de hospitales un acuerdo para implantar este sistema de telemedicina a bordo de doce barcos de la flota española que trabaja en tres océanos.

En uno de estos busques faenaba hace unas semanas un pescador que empezó a tener problemas de sudoración fría y taquicardias, así que los compañeros se pusieron al habla con el hospital de referencia de ese barco.

"Cuando se le estaba monitorizando, le dio un primer infarto, y desde Vigo (noroeste español), el cardiólogo fue dando instrucciones sobre la medicación e inyecciones que debían ponerle para que pudiera sobrevivir a los cuatro infartos que sufrió hasta alcanzar puerto", subraya Bustamante.

Los dispositivos son similares a los que se emplean en las Fuerzas Armadas y disponen de instrumental para la monitorización de los signos vitales (electrocardiograma, presión arterial, saturación de oxígeno y temperatura).

Además, tienen una cámara de exploración dermatoscópica para analizar heridas y lesiones cutáneas, un otoscopio para evaluar el oído medio e interno, una cámara de exploración general y un ecógrafo.

La idea es que al paciente se le puedan tomar una serie de imágenes, que se transmiten en tiempo real a través de una red encriptada y segura hasta el centro de referencia, donde un médico puede emitir un diagnóstico o dar una serie de indicaciones, detalla el experto.

Insiste en que el uso de estos maletines -en la actualidad hay unos 60 operativos- "es muy sencillo" porque cada cámara e instrumento está etiquetado con un número para que desde el centro de referencia se den las instrucciones de uso pertinentes.