Unos 20.000 profesores rumanos de educación primaria y secundaria se han manifestado hoy martes 30 de mayo de 2203 en Bucarest para exigir mejoras salariales, continuando una huelga que comenzó hace más de una semana y que es ya la mayor protesta del sector de los últimos 18 años.

El conflicto laboral ha forzado incluso a paralizar la rotación del cargo de primer ministro, pactada entre el conservador Partido Nacional Liberal (PNL) y el Partido Social Demócrata (PSD), que tendría que haberse producido el pasado viernes como parte del acuerdo de coalición que las dos formaciones cerraron el pasado diciembre.

Los sindicatos de educación rechazaron este martes 30 de mayo una nueva oferta del Gobierno de conceder dos bonos anuales de 500 euros, y mantienen su exigencia de un aumento del 25 % de los sueldos, que actualmente oscilan entre los 500 y los 1.000 euros al mes, en función de los años de experiencia.

Los sindicatos han pedido la mediación del presidente del país, Klaus Iohannis, para rebajar la tensión y facilitar las negociaciones. Fuentes de la Presidencia han señalado al portal G4Media que el jefe del Estado se reunirá hoy mismo con los representantes sindicales.

Ante la dimensión de la protesta, Iohannis ha decidido suspender el traspaso de poder entre el actual primer ministro, el conservador Nicolae Ciuca, y el líder de los socialdemócratas, Marcel Ciolacu, hasta que se llegue a un acuerdo con los profesores.

"La huelga denota un vacío de liderazgo. El próximo primer ministro, Ciolacu, sería el interlocutor adecuado, porque Ciuca va a dejar el cargo y no puede negociar con plena autoridad ni tomar decisiones cruciales", ha señalado al respecto el analista político Radu Magdin.

A la protesta de los docentes se suman la que protagonizaron el pasado lunes 29 de mayo los maquinistas de trenes, otra convocada hoy por el personal de prisiones y la huelga general anunciada para el 1 de julio por un sindicato de sanidad, para pedir también mejoras laborales y salariales.