El jueves pasado, Día de Acción de Gracias en Estados Unidos, mientras el doctor Joseph Varon, jefe de personal en el United Memorial Hospital de Texas,  estaba en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), vio a un hombre anciano, contagiado de COVID-19, pararse de la cama e intentar salir. Rápidamente, vistiendo su traje de bioseguridad de la cabeza a los pies, se acerca a él para detenerlo. “Estaba llorando”, dijo Varon a la cadena CNN.

El doctor le preguntó que por qué lloraba y el enfermo le respondió que porque extrañaba a su esposa. Entonces Varón le dio un abrazo. "Sentía mucha pena por él. Me sentía muy triste, al igual que él", dice el especialista. Esa muestra de solidaridad quedó retratada en una foto, sin que ambos se dieran cuenta, por un fotógrafo de la agencia Getty.

La desesperación de los pacientes en cuidados intensivos, por el aislamiento en el que permanecen, los llevan con frecuencia al llanto, por la soledad que sienten. Especialmente a los ancianos quienes se ven rodeados solo de médicos vestidos con trajes especiales.

“La permanencia en estas sala es difícil. De hecho un paciente trató de escaparse por la ventana el otro día. Están tan aislados que quieren irse”, dijo Varon, quien además pidió respeto a las medidas de bioseguridad como el uso de mascarillas, distanciamiento y lavado de manos para evitar más contagios y que más personas ingresen a Cuidados Intensivos.

Los médicos indicaron que el adulto mayor ahora está en mejor estado y se le podría dar de alta a finales de la semana.