Detienen a otro sacerdote acusado por abuso sexual a una mujer en Bolivia
La denuncia fue presentada el 13 de junio por una señora, quien aseguara que sufrió la agresión sexual por parte del clérigo en 2017
La Fiscalía boliviana informó este jueves 22 de junio de 2023 sobre la aprehensión de un sacerdote acusado por abuso sexual a una mujer, en un hecho que se enmarca en las varias investigaciones abiertas en el país contra religiosos, algunos ya fallecidos, por agresiones a menores.
El sacerdote Jorge Luis M. "está siendo investigado por el delito de abuso sexual (...) y ya existía una orden de aprehensión contra él", declaró a los medios la fiscal departamental de la sureña región de Tarija, Sandra Gutiérrez.
La denuncia fue presentada el pasado 13 de junio por una mujer que aseguró que sufrió la agresión sexual por parte del clérigo en 2017, cuando este era docente en una universidad, precisó la fiscal.
Hasta hace poco, el religioso cumplió sus labores pastorales en la parroquia de El Puente, en donde el obispado lo destinó después de una suspensión temporal a causa de varias denuncias en su contra por hechos similares en 2021.
A este caso, también en Tarija, se suma el proceso que se inició contra el párroco Milton Murillo, quien desde mayo cumple detención preventiva por abuso sexual agravado contra varios seminaristas cuando era su formador.
A principios de este mes, un juzgado sentenció a 10 años de prisión al sacerdote Juan Roca Fernández, de 51 años, por abusar sexualmente a una niña de 10 años en el departamento oriental de Santa Cruz, donde cometió el delito en diciembre de 2021.
Las violaciones contra menores perpetradas por religiosos han estado en la mira tras conocerse a principios de mayo una investigación periodística sobre un diario del jesuita español Alfonso Pedrajas, ya fallecido, por los presuntos abusos que perpetró a decenas de niños cuando estuvo al frente del Colegio Juan XXIII en Bolivia, desde 1971.
En febrero de 2019 se dio a conocer el caso del jesuita Luis Roma mediante una denuncia de un exmiembro de la Compañía de Jesús que pidió el anonimato y que basó las acusaciones en una treintena de fotografías explícitas en las que dijo reconocer al supuesto agresor de varios menores de entre 6 a 12 años.
