Por tercera ocasión, en la historia de los Mundiales, el evento volvió a Sudamérica. La primera vez fue en 1930 en Uruguay, la segunda en 1950 en Brasil y la tercera esta que vamos a hablar.

Chile tuvo cuatro sedes para albergar a los 16 equipos participantes. Santiago, Viña del Mar, Rancagua (ciudad del sur con clima bastante frío) y Arica (al norte en la frontera con Perú).

En Arica hubo un hecho más que importante. Colombia, que por primera vez participaba en un Mundial, enfrentó a la Unión Soviética; allí se anotó el único gol olímpico logrado hasta los actuales momentos. El balón impulsado por el colombiano Carlos ‘El Muñeco’ Coll ingresó directamente a las mallas, sorprendiendo al portero Lev Yashin, considerado uno de los mejores del mundo. El partido, para sorpresa de muchos, terminó empatado a cuatro tantos.

El esfuerzo de Chile, con una buena organización y asistencia a los estadios, tuvo momentos difíciles, cuando las selecciones de Italia y los dueños de casa protagonizaron un partido tan violento, que dejó una gran cantidad de jugadores lesionados, lo que por poco obliga a la suspensión del encuentro.

Así también Brasil, que defendía su título de campeón, fue maltratado, especialmente su estrella Pelé, por los jugadores checoslovacos, teniendo que abandonar la cancha; pero de todas maneras Brasil alcanzó con cierta facilidad el título de campeón, venciendo a Checoslovaquia 3-1 con goles de Amarildo, Zito y Vavá y una gran actuación con las espectaculares corridas de Garrincha.

El tercer lugar fue conseguido por Chile, que venció a Yugoslavia.

Argentina, Unión Soviética y Colombia fueron la gran decepción, pues los tres quedaron eliminados sin mayor pena ni gloria en la etapa preliminar.

Brasil levantó la copa Jules Rimet por segunda ocasión consecutiva.