Para evitar crecientes reclamos a la onerosa multa vehicular que se cobra en Ambato hay que mejorar la señalización horizontal y vertical para advertir cuándo está uno dentro del perímetro urbano y no puede superar los 50 k/h, o cuando se acerca a alguna curva peligrosa. Se debe abordar la desproporcionada multa que supera, con extras, un salario básico, que se cobra a los desinformados conductores, lo que ha ocasionado que por lo menos tres empresas de Quito decidan dejar de programar viajes turísticos para esa ciudad. A la recaudación por este concepto habrá que contrapesar las externalidades negativas que esta política causa al sector turístico.

Eco. Diego Valdivieso Anda

Quito