El 5 de diciembre de 1784, Mozart fue nominado a la logia masónica de Viena Zur Wohhltätigkeit. Su iniciación se produjo 9 días después, el 14 de diciembre, otorgándole el primer grado de Aprendiz. A diferencia de tantos artistas y músicos contemporáneos suyos que se hicieron masones por los contactos con gente rica que podían hacer, Mozart realmente ingresó por motivos humanístico-filosóficos. Mozart se convirtió en un Aprendiz aplicado y fue promovido al grado de Compañero masón el 7 de enero de 1785, y en un tiempo relativamente breve alcanzó el grado de Maestro, el penúltimo de la orden antes de Gran Maestro.

Maynard Solomon, en su obra biográfica dice: “(Para Mozart) había un atractivo poderoso en el idealismo francmasón, en su poco dogmática actitud ante la religión y sus enseñanzas acerca del autodesarrollo y superación espiritual. Esta atracción provenía de sus aspiraciones humanistas e ilustradas, sus ideas de igualdad, libertad, tolerancia y fraternidad, y su visión de salvación a través del amor y la razón. La francmasonería gratificaba sus impulsos infantiles por las prácticas de iniciación, pruebas y ejercicios; y tocaba sus ansias místicas mediante la fusión que hacía la francmasonería de enseñanzas propias de la Ilustración y antiguas tradiciones...”.

La posición de Mozart dentro del movimiento tendía al racionalismo, inspirado en la Ilustración, como oposición a aquellos miembros orientados al misticismo y el ocultismo. Esta facción racionalista es identificada por Katherine Thomson como los “Illuminati”. Los “Illuminati” apoyaron la visión humanista dada por los filósofos franceses Jean-Jacques Rousseau y Denis Diderot. Afirmaban que la clase social no coincidía con la nobleza del espíritu y que personas de las clases más bajas podían ser de espíritu noble, tal como alguien nacido dentro de la nobleza podía ser un canalla.

Este punto de vista aparece en las óperas de Mozart. En Las bodas de Fígaro, una ópera basada en la obra de Pierre Beaumarchais (otro masón), Fígaro es una persona de clase baja que es un héroe y el conde Almaviva es el vil.