
El modelo de via a la costa preocupa a los docentes
Fragmentación urbanística, falta de espacios públicos que fomenten la relación entre los vecinos... El impacto provocado por el crecimiento de Guayaquil hacia el oeste, en la vía a la costa y por la futura construcción de un nuevo aeropuerto en la zona
Fragmentación urbanística, falta de espacios públicos que fomenten la relación entre los vecinos... El impacto provocado por el crecimiento de Guayaquil hacia el oeste, en la vía a la costa y por la futura construcción de un nuevo aeropuerto en la zona de Daular para 2024, será objeto de una investigación académica.
El estudio, que comenzará a elaborarse este mes, correrá a cargo de la arquitecta Teresa Pérez, miembro del Instituto de Planificación Urbana y Regional, que forma parte a su vez de la Facultad de Arquitectura y Diseño de la Universidad Católica de Santiago de Guayaquil. Pérez, además, analizará la morfología urbana y la dinámica de ocupación del suelo en la parroquia Chongón.
“Si bien estuvo programada como una vía de gran capacidad, actualmente eso ha mermado porque hay urbanizaciones a lo largo y existe un conflicto vehicular. Son ciudadelas cerradas, lo que hace que las personas estén solamente hacia el interior. Las ciudades no son eso”, señala preocupada a EXPRESO.
Asimismo, la presión sobre las empresas inmobiliarias para construir ciudadelas es otro de los aspectos que abordará el trabajo. “Los precios del suelo y de las viviendas han cambiado. Va a haber una presión seguramente por todo lo que conlleva un aeropuerto. Por ejemplo, con respecto a los hoteles”, indica.
Pero la escasez de espacios públicos, que generen cohesión social entre los habitantes, y la falta de vinculación entre ambos lados de la calzada son los problemas que más inquietan a Pérez. Un fenómeno que se puede evidenciar especialmente en el kilómetro 11,5, a la altura de la urbanización Belo Horizonte.
Allí, los empleados de las ciudadelas arriesgan la vida cada mañana para cruzar la carretera y llegar a sus lugares de trabajo. “Hay que ir en transporte privado y dar la vuelta por los retornos porque no funciona realmente como parte de una ciudad, sino que todo se desarrolla a lo largo de una vía”, agrega.
Por ejemplo, para arribar a las unidades educativas Logos y Jardineritos, así como a los centros comerciales Blue Coast Bussiness Center o Laguna Plaza, quienes residen al otro lado de la carretera deben avanzar hasta el retorno 2. “Está muy lejos. Así que los carros se meten indebidamente al carril del retorno para no llegar tarde”, comenta Danilo Manosalvas, residente de una ciudadela.
Además, Pérez estudiará otros factores que, según la catedrática, limitarán la expansión en ese sector, como la presencia y conservación del bosque protector Cerro Blanco.
La investigación, que durará un año, abarcará varios de los temas que EXPRESO analizó en noviembre y diciembre pasados. En una serie de reportajes, los moradores expresaban su malestar por la falta de pasos peatonales en más puntos, por los efectos de las canteras en sus viviendas y rutinas, por el estado de la ciclovía y, sobre todo, por la “poca planificación” con la que se está desarrollando el área. De ahí que hicieran un llamamiento “urgente” a las autoridades para mejorar su situación.