Ecuador, uno de los dos países americanos miembros de la OPEP, prepara ya la transición hacia una economía menos basada en los hidrocarburos, ha afirmado ayer el ministro de Electricidad y Energías Renovables, Esteban Albornoz.

“El Ecuador se está preparando para una transición pospetrolera. Estamos apostando mucho por energías renovables”, dijo Albornoz a EFE en la segunda jornada del Congreso Mundial de Energía que se celebra hasta el jueves en Estambul.

Ya ahora, el 85 % de la energía que consume el país se genera con renovables, prácticamente en su totalidad hidráulicos, y tras inaugurarse este año dos nuevas centrales hidroeléctricas, se espera que en 2017 sea el 90 %, adelantó el ministro.

“Ecuador era un país exportador de petróleo, pero importábamos derivados de petróleo para generar energía eléctrica e incluso electricidad de Colombia, para satisfacer la demanda del Ecuador. Pero a partir de este año ya no somos importadores, somos exportadores de energía eléctrica”, señaló el titular de Energía.

Esta transición hacia una economía basada más en los recursos hídricos que en los fósiles se ha conseguido gracias a la exportación de crudo, admitió.

Por el mismo motivo, Ecuador respalda plenamente los esfuerzos de la OPEP y otros países productores de petróleo de reducir la exportación para elevar los precios del crudo, confirmó Albornoz. “Ecuador está muy interesado, siendo miembro de la OPEP, que se pongan límites a la producción. Ecuador ve con muy buenos ojos que exista un límite con el fin de que se estabilicen los precios del petróleo”, dijo el ministro, aunque aclaró que este tema no corresponde a su cartera sino a la de su colega de Hidrocarburos.

“Para nosotros es importante que se estabilicen los precios en un precio real”, dijo, sin concretar el valor ideal pero certificando: “Uno que está por encima del actual, definitivamente, sí”.

No obstante, para alcanzar mejores precios, los países de la OPEP y otros socios deberán acogerse a un límite de producción. Algunos expertos petroleros dijeron ayer a este Diario, que el reto del país debe ser “pelear” por un cupo que no afecte los proyectos de explotación de crudo que el país se ha impuesto para aumentar su producción y con ello cubrir la venta anticipada que tiene con los países asiáticos. El Gobierno aún no se ha referido a qué techo de oferta el país podría acogerse.