El malestar de los militares en servicio pasivo no solo es por los cambios en su sistema de seguridad social. Ayer, un grupo de ellos se reunió con el precandidato presidencial Guillermo Lasso, para entregar un pliego de peticiones.

A la reunión, que se desarrolló en Quito, fueron convocados unos 40 exuniformados. A la hora de la verdad llegaron casi un centenar, incluyendo a pasivos de la Policía Nacional.

El general (sp), Fernando Drouet, dijo que fue parte del Alto Mando que fue desvinculado, en febrero, por decisión del presidente Rafael Correa, “por no coincidir con algunas arbitrariedades que se estaban cometiendo”.

El oficial leyó una lista de cosas que habrían vulnerado a la institución: “Nos desprestigian diciéndonos soldados con pedigrí, malos administradores, reducen el personal militar, nos dividen entre oficiales y tropa”.

Ellos pidieron a Lasso que la política y la ideología se mantengan lejos de los cuarteles y que el Estado garantice la seguridad social de sus familias, mientras los soldados activos están en territorio.

Propusieron crear brigadas con los pasivos para vigilar las elecciones, en febrero de 2017, y evitar un supuesto fraude electoral. Lasso se comprometió a sistematizar sus inquietudes para incluirlas en su plan de gobierno. Habrá más reuniones en el futuro. CRR