Un ofrecimiento que se contrapone a los hechos. Mientras el presidente Guillermo Lasso anunciaba a las 12:00 de este martes 3 de enero que en 2023 el primer objetivo de su Gobierno será mejorar el servicio de salud pública y la entrega de medicinas a los usuarios; para las 14:00 estaba convocada una audiencia por la apelación presentada por entidades de Salud a una sentencia que las obliga a entregarles los fármacos de manera oportuna a ocho grupos de pacientes de enfermedades catastróficas.

Un fallo que, precisamente, fue producto de una acción de protección que interpusieron estos colectivos de pacientes por la falta de medicinas para el tratamiento de sus enfermedades.

De allí que el anuncio del mandatario de que en 2023 esa será una de sus metas principales haya sido recibido con escepticismo y hasta indignación por dirigentes de esos colectivos, dada la reticencia de los representantes del Ministerio de Salud Pública (MSP) y del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) a cumplir con esta sentencia de hace un año.

Lasso hizo el anuncio antes de una convención con decenas de gerentes y directores de hospitales del MSP y del IESS en la Gobernación del Guayas. También participaron el vicepresidente Alfredo Borrero, quien lidera el Gabinete Sectorial de Salud; el presidente del Consejo Directivo del IESS, Alfredo Ortega; además de ministros como el de Gobierno y el de Economía.

“Hay quejas de pacientes que no reciben medicinas. Nuestra respuesta no debe ser negar el problema”, dijo Lasso, antes de anunciar también que este año prevén inaugurar los hospitales de Manta y Pedernales, en Manabí, y construir otros cinco.

Adelantó que habrá indicadores para medir el funcionamiento de las casas de salud y afirmó que personalmente hará visitas sorpresa a los hospitales para verificar su atención y recoger las quejas de los usuarios.

“Recién se entera de que no hay medicamentos, de que hay una alta tasa de mortalidad de pacientes con cáncer, renales y de otras enfermedades catastróficas; cuando hemos venido advirtiendo de todo esto y se nos ha omitido”, manifestó Rafael Palacios, de la Asociación de Padres de Niños y Adolescentes con Cáncer (Apnacc).

Además de lamentar que la reunión de Lasso fuera solo con funcionarios y no con pacientes, Palacios expresó sus dudas de que ese ofrecimiento se concrete, al menos a corto plazo. “El primer semestre se les va a ir en las asignaciones de recursos y luego en los procesos de compras, porque no ha variado la normativa del Sercop”, alegó.

En ello coincide Margarita Vásquez, de la Fundación de Apoyo a Enfermos con Trastornos Hipofisiarios (Faeth): “Los pacientes con acromegalia de Quito tienen un año sin medicina. No sé si el presidente (Lasso) está empapado de la realidad que vivimos los pacientes. Primero él tendría que escuchar cuál es nuestra realidad para que allí puedan planificar algo. Nunca se han reunido con nosotros”.

En tanto, el doctor Ernesto Carrasco, expresidente del Colegio de Médicos del Guayas, recuerda que mejorar la salud pública fue una promesa de campaña del actual jefe de Estado y del inicio de su Gobierno.

“En todo caso, siempre se puede mejorar, pero para eso se debe invertir y, sobre todo, vigilar que lo invertido no sea desviado en procesos irregulares”.

Carrasco afirma que el gran problema de la salud en el país es que está desfinanciada. “El primer paso debe ser garantizar cuál será el financiamiento para el sistema de salud, de dónde salen los recursos, y asegurarse de que sean constantes”, agrega.

Sobre las medicinas para enfermedades catastróficas, sostiene que no están consideradas en el presupuesto de ninguna de las unidades descentralizadas y que esa es una causa de su escasez.

Lasso indicó que en la reunión iban a exponer sus planes el ministro José Ruales, Alfredo Borrero y Alfredo Ortega. “Vamos a reforzar los puntos que sean necesarios para solucionar los problemas que tiene nuestro servicio de salud”, prometió.