El primer ministro ruso Dimitri Medvedev urgió ayer a una mejor comunicación entre el Este y el Oeste, citando el histórico encuentro entre el papa Francisco y el patriarca ruso Kiril en Cuba como un “brillante ejemplo” de diálogo.

“Justo ayer (viernes) vimos un brillante ejemplo de lo que sucede cuando se empieza un acercamiento mutuo, la reunión entre su santidad el patriarca Kiril y el papa Francisco”, dijo. “Antes de esto, estas dos Iglesias cristianas no hablaron durante siglos”, agregó.

En la Conferencia de Seguridad de Múnich, Alemania, al hacer ayer un sombrío balance de las relaciones entre su país y Occidente, minadas por los conflictos en Ucrania y Siria, Medvedev afirmó que “claramente hemos caído en un nuevo período de Guerra Fría”.

“Lo que queda es una política no amistosa y cerrada de la OTAN con respecto a Rusia”, afirmó. “¿Necesitamos un tercer sismo mundial para comprender que lo que hace falta es cooperación?”, se preguntó.

Las divisiones internacionales sobre Siria afloraron de nuevo en la conferencia de Múnich, en la que Rusia rechazó las acusaciones francesas de que estaba bombardeando civiles solo un día después de que las potencias mundiales acordaran el “cese de hostilidades”, que debe comenzar en el plazo de una semana. AFP