“Estos mal... no dejaron que Víctor se recuperara de un accidente que había sufrido. En nuestro cantón los sicariatos son el pan de cada día”, comentaba Manuel por el asesinato de su amigo Víctor Daniel Astudillo Herrera, dentro de su domicilio en la ciudadela La Alegría, del cantón Naranjal, en la provincia del Guayas.

A las 20:45 del jueves 27 de abril, el joven de 21 años se encontraba descansando en su dormitorio cuando dos sujetos encapuchados, vestidos de negro y fuertemente armados, ingresaron al inmueble y le descargaron varios disparos en la cabeza y tórax, dejándolo sin vida boca arriba, en su cama.

Mientras los sicarios huían en una motocicleta con dirección al centro del cantón, agentes de la Unidad de Muertes Violentas (Dinased) acudieron al sitio. Hasta el domingo 30 de abril se recogían indicios en la escena del crimen y tomaban la versión de Amalia Herrera, madre de la víctima, para tratar de esclarecer este nuevo asesinato. Según las autoridades, fue una muerte selectiva. Los familiares de la víctima evitaron dar detalles del hecho.

Los habitantes de este cantón están alarmados porque, hasta el asesinato de Víctor, se registraban 41 asesinatos en el distrito Naranjal.

“Víctor era tranquilo y siempre ayudaba a nuestra ciudadela con obras solidarias. Sospechamos que se equivocaron, nos cayó de sorpresa su muerte”, dijo una vecina de la víctima.

Hasta el cierre de esta edición, el jefe de la Policía del distrito Naranjal no se pronunciaba sobre este nuevo hecho de sangre, lo que aumentó la inseguridad que se vive en la zona.