A un mes de posicionarse como la nueva reina de Guayaquil y dar la bienvenida a las fiestas octubrinas, María de los Ángeles Suárez Díaz (más conocida como Marita) devela detalles sobre quién está detrás de la corona y banda celeste y blanca.

Con 22 años, la joven de piel bronceada tiene sus objetivos claros y acentúa que este puesto no cambiará la esencia y valores con los que fue criada.

Su año como reina

Obtener el título como soberana de la ciudad fue su sueño desde niña. Anhelaba trabajar en el ámbito social de Guayaquil. Durante sus estudios secundarios, participó en organizaciones de voluntariado, principalmente con niños y personas de la tercera edad.

Explica que los últimos meses de este año se enfocará en cumplir con las actividades de las fiestas octubrinas, de Navidad y fin de año, para arrancar en el 2020 con su proyecto de capacitar a las mamás de los niños que son parte del Centro de Arte Integral Reina de Guayaquil, a través de cursos (de maquillaje, repostería) y charlas (motivacionales y de emprendimiento). “Ellas suelen esperar de dos a tres horas a que sus hijos salgan de clases. Quiero que aprovechen ese tiempo para prepararse y surgir con sus propios negocios y así progresar económicamente”.

’Contra el bullying’ es otro de los proyectos que aspira impulsar junto con algunas de sus amigas que fueron candidatas del certamen.

La escritura

Si hay algo que desde pequeña entusiasma a Marita, es dar total libertad a su imaginación y así escribir decenas y decenas de poemas y cuentos infantiles. “Siempre buscaba que rimen y creaba historias con lo que veía”, relata. Esta afición aún se mantiene, pues le encanta las historias románticas, por eso el bloc de notas del celular se ha vuelto su confidente, desde allí escribe los textos.

Revela que no colecciona libros. La mayoría de los que ha leído se los han regalado y una vez que los termina, inmediatamente los presta a alguien más, pues no le gusta almacenar nada. ‘La diferencia entre una vida normal y extraordinaria’ es el ejemplar que actualmente la acompaña en su cartera y que disfruta de leerlo con pluma en mano para resaltar cada detalle que la sorprende.

Destaca el prolífico trabajo del poeta Medardo Ángel Silva, y confiesa que se inclina por las obras de la cuentista quiteña María Fernanda Heredia, “con quien me crie en la escritura desde la escuela y ahora creo que mi estilo es un poco parecido al de ella”, dice.

Reconoce que en la ciudad sí hay espacios que fomentan la lectura (como las ferias y bibliotecas), pero que son los ciudadanos quienes deben visitarlos por iniciativa propia e incentivar, desde sus hogares, el amor por la lectura.

Sueño con aroma a café

El café es otra de sus pasiones. Bebe de dos a tres tazas diarias de esta aromática bebida, sobre la cual aspira a especializarse y aprender el proceso de producción, cultivo del grano de café y más, “para hacer realidad mi sueño de abrir una cafetería. A esto me quiero dedicar realmente”, detalla.

Por las fiestas

La soberana está ansiosa por iniciar la agenda de actividades culturales que el Municipio de Guayaquil tiene planeado en honor a la independencia. Uno de los eventos que más la emociona es el desfile del 9 de Octubre porque conocerá por primera vez a la alcaldesa Cynthia Viteri. “Para mí, la ciudad significa hogar, inspiración y futuro. Los ciudadanos debemos celebrar las fiestas porque son parte de nuestra identidad”, recalca.

Alma guayaca

Dice que la sazón guayaca está en todas las ‘huecas tradicionales’ de la urbe y que el centro es su zona favorita por los espacios icónicos y arquitectura como la Plaza San Francisco, la Gobernación y la Alcaldía. Confiesa que extrañará los recorridos que hacía en la metrovía, pero que ahora, por seguridad, ya no usará ese medio de transporte.

Personal

- Tiene 22 años.

- Estudió Comunicación Social en el Tecnológico Espíritu Santo.

- Frase favorita: Recuerda que detrás de una persona, hay una historia.

- Disfruta hacer turismo interno en Ecuador.

“Desde los dos años se ponía mis tacos, ropa y labial rojo. Ella es tan diferente a las demás reinas, rompe el esquema de la chica blanca, rubia y ojos verdes. Como ella, hay muchas mujeres con ese perfil hermoso”.

María de Lourdes Díaz Navarrete, mamá.