Desfile. Tras su posesión como presidente de Francia, Emmanuel Macron recorrió los Campos Elíseos de París.

Macron promete devolver la confianza a los franceses

El expresidente. François Hollande aseguró ayer que dejaba “Francia en un estado bastante mejor que en el que la encontré”.

El nuevo presidente de Francia, Emmanuel Macron, prometió “devolver la confianza” a sus compatriotas y relanzar la Unión Europea, en su discurso de investidura en el palacio del Elíseo.

“La Europa que necesitamos será reformada y relanzada, ya que nos protege”, declaró este centrista proeuropeo de 39 años en su primer discurso oficial en el Elíseo.

Macron, un ferviente europeísta, quiere impulsar una cooperación más estrecha con la primera economía de la zona euro para ayudar al bloque a superar la inminente salida de Reino Unido, otro de sus miembros más poderosos.

Frente a los “excesos” del mundo, “necesitaremos una Europa más eficaz, más democrática, más política, pues es el instrumento de nuestra fuerza y de nuestra soberanía”, aseguró delante de los cientos de invitados reunidos en la sala de Fiestas del Elíseo para la ceremonia de investidura.

El nuevo jefe de Estado, que debe aún enfrentarse a unas difíciles elecciones legislativas en las que su movimiento político buscará la mayoría absoluta para poder aplicar su ambiciosa agenda de reformas, prometió también “unir” a los franceses, cada vez más escépticos con la globalización y Europa.

“Las francesas y los franceses que se sienten olvidados por este gran movimiento del mundo deberán sentirse más protegidos”, dijo el que ganó holgadamente las elecciones presidenciales pese al resultado histórico de la líder de la extrema derecha Marine Le Pen.

El joven centrisa, que nunca antes se había sometido al veredicto de las urnas y que conquistó el poder con un programa “ni de derechas ni de izquierdas” sin un partido político estructurado, prometió reformar “profundamente la vida política” en un país muy dividido, preso de un desempleo endémico (10 %) y aún bajo estado de emergencia debido a las amenazas terroristas.

Hoy se prevé que Macron nombre al nuevo jefe del gobierno, que dirigirá la batalla de las legislativas de junio por el movimiento presidencial La República en marcha, y supondrá un test sobre su voluntad de recomponer la política.

Emmanuel Macron ha guardado el secreto de su elección, pero el nombre que mas suena es el de Edouard Philippe, un representante de la derecha moderada cercano al exprimer ministro conservador Alain Juppé.

Ayer, durante una ceremonia muy protocolar, el nuevo presidente frances asumió sus funciones en el Elíseo, en presencia de su esposa Brigitte, de 64 años, radiante y sonriente vestida con un traje de chaqueta y falda de color azul cielo, un tono muy similar al que lució Melania Trump en la investidura de su esposo en enero.

Después de 21 salvas de cañón disparadas en honor del nuevo presidente desde el palacio de los Inválidos, en la otra orilla del río Sena, Macron se dirigió a los Campos Elíseos.

Bajo una fina lluvia, recorrió esta famosa avenida parisina en un vehículo militar descubierto hasta el Arco del Triunfo, donde colocó una ofrenda floral en la Tumba del Soldado Desconocido, en presencia de jefes militares y después visitó a los soldados franceses heridos en operaciones.