Cuando se habla de lo malo que pueden ser el capitalismo y las teorías liberales y neoliberales no hay problema, en cambio cuando alguien habla sobre lo malo del comunismo y el socialismo solapado, se ruborizan. Tanto derecho tienen los unos como los otros.

Pero el caso es que el mundo se encuentra entumecido con el camino que el gobierno dictatorial de Maduro ha escogido como si fuera el pueblo su rebaño. La táctica no es nueva, se disparan contra la empresa privada y la desaparecen; los ricos se van fácilmente, siguen los profesionales que no encuentran trabajo, la clase media emigra con lo que tiene. En tanto los dictadores hacen leyes para castigar al pueblo y es lo que está sucediendo en Venezuela con la “ley del odio”. Nadie podrá realizar manifestaciones públicas ocupando las calles, nadie podrá ejercer la resistencia, los políticos serán encarcelados con largas penas de prisión y desaparición de sus organizaciones políticas.

Ya realizó elecciones con partido único y decide cuando le da la gana llamar a elecciones, eso es comunismo político donde se encarga de organizar a los desvalidos que no pudieron fugar; dirigir y humillar para atracar miles de millones de dólares en completa impunidad. Lo dije el año pasado, que el pueblo no podía hacer más y que era la comunidad internacional la que tiene que proceder.

Ab. Franklin Lituma Manzo