Cada día manejar en Guayaquil se torna más estresante. Las causas son numerosas y las ocasionamos los conductores de vehículos particulares, de buses, de motocicletas y naturalmente la ATM.

La mayoría de los motociclistas son irresponsables. La vida no les importa nada. Por mi profesión, trabajo en el hospital Vernaza, y a diario constato las peores lesiones faciales, principalmente de dichos seres humanos que se estrellan contra el planeta sin protección alguna. El casco a veces no sirve para nada. Si a esto se les suma el alcohol. Capitulo especial les concedo a los conductores de buses. Los invito a que en horas pico circulen por la Av. del Periodista de la ciudadela Kennedy, para que vean 4 o 5 buses haciendo de las suyas, cambiando de carril a su antojo.

Los agentes de la ATM, cuando están, usan el pito y creen que con una sucesión de ese estridente accionar, solucionan el caos. Pero un llamado de atención, ni de casualidad. Peor una citación.

Comprendo que una campaña de educación para cambiar nuestra manera de comportarnos, aquí en Guayaquil, resulta una quimera. Ni qué decir del uso del taxímetro. Creer que hay pasajeros que prefieren someterse a la voluntad del conductor. Inaudito.

Es posible que olvide otros temas, para concluir que el trafico en la Perla del Pacífico es un caos a pesar de la propaganda sesgada con la que nos intoxican día a día.

Dr. Ignacio Granja Rousseau