Sin duda que la delincuencia viene afectando sobremanera a la sociedad ecuatoriana y que los pobladores se encuentran alarmados por los hechos ocurridos en los últimos días donde desalmados han acabado con la vida de inocentes personas -incluso guardias de seguridad por cumplir con su trabajo-, por lo que cuando los antisociales (que portan armas de fuego) “pidan” bajo amenazas de muerte los objetos de valor o dinero que cargamos, más vale que se los entreguemos.

A propósito hace pocos días me enteré por las redes sociales del caso de un conocido comunicador social -que incluso laboró durante algunos años en un canal de televisión- a quien desvalijaron a punta de revólver en momentos que llegaba a su domicilio en una urbanización del norte de Guayaquil. El autor de este comentario tuvo “suerte” el pasado martes, a eso de las 17:00 en la Cdla. Colinas de la Alborada, cuando dos tipos de raza negra que circulaban a baja velocidad en una motocicleta trataron de interceptarlo para robarle; pero, como se dio cuenta caminó de prisa y tocó la puerta de la vivienda de un vecino que se la abrió enseguida, logrando “salvarse” de convertirse en una nueva víctima del hampa que siempre ataca con fuerza en diciembre en que los empleados reciben el pago de remuneraciones adicionales. En este sentido, vale que la Policía Nacional realice patrullajes permanentes y constantes.

Lic. Jhonny Muñoz Lima