El sábado prosiguió la orgía macabra de accidentes de tránsito en las carreteras del país, persistiendo la insistencia de culpar de ello solo a los choferes, olvidando otras circunstancias que podrían propiciar los siniestros.

Una de ellas, probables errores de diseño de las curvas de las carreteras, construidas sin el necesario peralte que facilite la adherencia de las llantas de los vehículos al pavimento en las curvas. ¿Se ha analizado este aspecto? De pronto la superficie plana, sin el desnivel necesario, provoca que el vehículo movilizándose a gran velocidad no tome adecuadamente las curvas y prosiga su carrera sin freno hacia la cuneta o el abismo.

¿Se ha analizado acaso el centro de gravedad de los vehículos? ¿Tal vez los constructores de las modernas carrocerías, excesivamente altas, lo han alterado -irresponsablemente, diría- con la intención de dar más espacio para pasajeros y equipaje?

Sería interesante que expertos analizaran responsablemente estos aspectos, para corregirlos si el análisis arroja resultados que confirmen la hipótesis. Porque si no buscamos las verdaderas causas, seguiremos asistiendo a la orgía mortal desatada en las carreteras del país; que siega vidas y enluta a familias, y culpando al chofer. Que no siempre es un irresponsable suicida, sino, posiblemente, una víctima también de la novelería e incumplimiento de normas mínimas de construcción de carreteras y diseño de carrocerías.

Teófilo Villón Barros