La “minga”

La “minga” es una de las instituciones sociales más nobles que, por felicidad, todavía subsiste, dando resultados muy positivos y concretos.

Es la ayuda mutua en el trabajo o trabajo comunal voluntario para obtener un beneficio colectivo y permanente.

Es una forma ancestral de cooperación entre los indígenas, lo que se está demostrando ahora, en magnífica forma, en la construcción de la vía a Taisha, en el Oriente.

Esta obra ha convocado a todos, sin que importe la pugna con el Gobierno, lo cual es un hecho digno de analizarse.

Comencemos por considerar que el único cantón de Morona Santiago al que se accede solo en avioneta o por vía fluvial es Taisha. En otras palabras, un cantón aislado, a merced del servicio aéreo, sujeto a intereses y a contingencias cada vez mayores.

Sin embargo, la minga es la solución, conforme lo estamos comprobando en un hecho curioso y aleccionador: producida la pugna con el Ministerio de Ambiente, no esperan su ayuda y acuden a su noble tradición, y obtienen el fin previsto en forma efectiva: construir los cinco kilómetros que faltan para terminar la vía.

La minga, institución esencialmente indígena, ha desarrollado una gran labor en el progreso nacional y ahora los habitantes de Taisha recurren a ella como solución para construir un medio de acceso que abarate los costos y les permita “mejorar sus condiciones de vida”.

Los buenos resultados que este sistema da se reflejan en la ya mencionada vía, iniciada por el Ministerio de Obras Públicas en el 2006; 4 años después se la encargó a la Prefectura, por pedido de los habitantes de la región (shuar, achuar y mestizos). Por ahora, el camino es lastrado, pero los habitantes están tomando las medidas a fin de que se construya en las mejores condiciones.

Lo más importante de esto es el ejemplo que da lo que podríamos llamar ‘espíritu indígena de la minga’, la cooperación mutua, generosa, que beneficia a todos y que los une, que es un imperativo de primera importancia en la vida nacional.

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