Todos fuimos, en algún momento de nuestras vidas, embriones. Si no hubiéramos pasado por esa etapa trascendental de nuestra existencia, no estuviéramos aquí. Por lo tanto, el embrión es un paciente. El más pequeño de los pacientes. Es necesario legislar a favor de él. En las técnicas de reproducción asistida, en las que se manipula con embriones, vemos con enorme preocupación cómo se los elimina, y cómo se los congela. Hay una serie de enfermedades que presentan los niños que son producto de la congelación, y que las personas que se someten a estos métodos, desconocen. Es necesario que nuestra legislación proteja a los embriones, como lo establece nuestra Constitución.

Mario Monteverde Rodríguez