Todo país protege su industria, su producción nacional y todo emprendimiento que pueda significar desarrollo económico y especialmente que pueda ofrecer nuevas plazas de trabajo para favorecer a sus ciudadanos. Precisamente ahora el presidente de los EE.UU. Donald Trump ha extremado su política de proteccionismo para favorecer a los trabajadores norteamericanos para alcanzar su anhelo de “América primero”.

Con ese mismo espíritu, qué bueno que en nuestro país la actual Ley de Comunicación en su artículo 98 proteja “a la publicidad que se difunda en territorio ecuatoriano a través de los medios de comunicación que deberá ser protegida por personas naturales o jurídicas ecuatorianas, etc.

Al contrario de lo que diga un articulista de EXPRESO “esta disposición que ampara nuestra industria de publicidad” y anexos no disimula por ningún lado un hipócrita chauvinismo que encubra intereses comerciales de sus ideólogos, etc.

Ahora vemos con orgullo cómo en la publicidad televisada se han superado nuestros actores, productores, camarógrafos, personal de apoyo y tantos extras que se benefician al amparo de esta nueva industria nacional. Seguramente nuestro columnista en referencia prefiera seguir viendo piezas publicitarias producidas en Perú, Brasil o Argentina.

Ing. Jorge Nazri Adum B.