“Hay una falta de modales que nos deja sin aire”
Posiblemente, en muchas partes del mundo, tengamos más hambre de aprecio que de alimentos. En ocasiones, vemos que nadie respeta a nadie, ni tampoco nos respetamos a nosotros mismos. Esto es gravísimo, ya que el primer efecto del amor es inspirar una gran reverencia por el mismo yo, para poder luego conjugarlo en los demás. En consecuencia, las fibras que nos amarran son hilos de necesidad. La mayor miseria que estamos atravesando es no saber vivir en comunión. Hay una falta de modales a todo y hacia todo que nos deja sin aire. Ojalá descubramos en nuestras familias, en las escuelas, en las sociedades de espíritu democrático, el respeto del hombre como ser en desarrollo y en formación.
Víctor Corcoba Herrero