El dinero electrónico resulta una innovación que podría mejorar la inclusión financiera logrando acercar los servicios de pagos a personas de bajos ingresos que residen lejos de las zonas urbanas.

Significa un gran avance en la infraestructura de pagos de individuo a individuo, a negocios, compras de bienes y servicios, a empresas, salarios, gobierno a personas, personas a gobierno etc.

Esta política monetaria genera un gran desafío y responsabilidad en el justo y debido uso; es así que se espera que “el Gobierno inicie dando el ejemplo” con los pagos a sus asambleístas y servidores públicos.

Francisco Landucci Carballo