desde hace algún tiempo, en América Latina se ha presentado un movimiento que dice ser de izquierda. Ha adoptado una etiqueta que pretende convencer al electorado: socialismo del siglo XXI.

Según pretenden mostrar, los socialistas se identifican con el pueblo, luchan por la igualdad, por la justicia. Las experiencias vividas en nuestro país con este movimiento, lamentablemente no coinciden con esos postulados.

En Ecuador, quienes se identificaron con este movimiento, en gran parte de los casos, se unieron al movimiento cuando llegó al poder (o antes) con la sola finalidad de buscar medios para no vivir como el pueblo, sino para vivir como aquellos a los que decían criticar y que los identificaban como opresores y explotadores del pueblo.

La etiqueta de socialistas, que pretendía identificarlos con la clase obrera, pobre y explotada, les sirvió únicamente para acumular fortunas y pasar a formar parte de esa élite que criticaban y supuestamente atacaban.

No es difícil ver la “prosperidad” de algunos que al empezar el gobierno anterior estaban ahogados por las deudas, y que ¡Oh Sorpresa! De pronto aparecían pagando las mismas y con excedentes para poner empresas, comprar mansiones. No, no eran socialistas del siglo XXI, eran sociolistos de todos los siglos.

Ing. José M. Jalil Haas