en tiempos pasados, cuando no existía la Metrovía, los guayaquileños nos teníamos que conformar con el medio de transporte masivo local o mejor dicho la buseta. Sus mejores prestaciones son: mayor espacio de asientos por metro cuadrado, ventanas con una apertura más amplia que la Metrovía para una mayor circulación del aire, una cantidad aceptable de unidades por ruta, etc.

En lo personal prefiero ahorrarme en taxi que en Metrovía, pues sí ahorrarme el intenso calor, la inmovilidad de mi cuerpo y la interacción del mismo con otros cuerpos sudorosos provocada por la aglomeración y falta de ventilación, el hedor del ambiente que se te queda impregnado en la ropa, la seguridad que nunca encontraras un asiento vacío y ni hablar si tuviste la suerte de nacer mujer en esta ciudad.

A veces en calidad de transeúnte observo el triste espectáculo que ofrece este servicio, pobres seres humanos obligados a estar presionados unos contra otros a los ventanales impidiendo que sus poros transpiren, ¿es acaso digno para los guayaquileños transportarse de este modo? Si no pueden conseguir soluciones a nivel local la municipalidad tiene la responsabilidad de asesorarse externamente o copiar modelos de transporte que funcionen mejor en otras ciudades del mundo.

Ing. Sebastián Garzón Rosero