Modernidad. Para los sacerdotes el mandamiento dictado por Jesucristo no tiene fecha de caducidad, por lo que no recomienda separar entre cristiano moderno y antiguo.

El “chisme virtual”, principal pecado del cristiano moderno

Modernidad. Para los sacerdotes el mandamiento dictado por Jesucristo no tiene fecha de caducidad, por lo que no recomienda separar entre cristiano moderno y antiguo.

Ser católico en el siglo XXI no es tan fácil. Aunque en Ecuador, los que se identifican con esta religión no son perseguidos o asesinados, pero sí se enfrentan a obstáculos. Estos son, según el papa Francisco, “la negatividad, la tristeza, el individualismo y la falsa espiritualidad”.

El Santo Padre precisó también que los cristianos deben evitar la violencia verbal en redes, el egocentrismo y la calumnia. Desde su perspectiva, él asegura que las redes sociales pueden ser un factor de atontamiento que roba el tiempo y “aleja de la carne sufriente del hermano”. Frente a esto el líder de la Iglesia católica lanzó un manual para ser un buen católico en este siglo. EXPRESO consultó a cuatro sacerdotes para conocer su perspectiva local de un buen cristiano.

El superior de los jesuitas en Guayaquil y rector del colegio Javier, Fabricio Aldaña, afirma que lo dicho por el Sumo Pontífice es lo mismo que busca la ética civil. Sin embargo, él señala que los cristianos, a más de buscar hacer el bien, tienen una motivación diferente que es la fe en Jesucristo. Para él las redes sociales son la lengua moderna. Según el sacerdote antes se destruía la reputación hablando, “ahora es mucho más rápida dañarla a través de las redes sociales”.

Para el padre de la iglesia Nuestra Señora de Guadalupe, Rómulo Aguilar, a través de este manual, el Papa busca actualizar y adaptar el lenguaje a las nuevas tecnologías. Sin embargo, él insiste en que los valores trascienden el tiempo y que “se debe usar los medios de cada época para hacer el bien”.

Por otro lado el sacerdote de la iglesia Nuestra Señora de la FuenSanta, José Cueva, concuerda con el Santo Padre en el efecto de las redes sociales. Cueva sostiene que estas deben ser usadas con moderación y por seguridad no informar cada acción que se realiza. “Se debe entender que es un medio de comunicación alternativo” no un reemplazante, sostiene el párroco.

Ángel Lazo es padre de la congregación salesiana . Él insiste en que se asiste “a un aumento de la desorientación, la soledad, la pérdida del sentido de la vida y la dificultad para tener relaciones profundas”. Su solución es trabajar en los diálogos “frente a frente. Señala además que los medios de comunicación han forjado una aldea planetaria “y nosotros los católicos somos parte de este mundo digital pero tenemos un gran desafío: utilizar las tecnologías para estar más unidos, ser más justos y solidarios”. Sin descuidar las necesidades del prójimo.

Contacto familiar

Los padres consultados por este Diario sostienen que lo más importante es no desplazar a amigos, familiares, pareja o hijos por las redes sociales. Priorizar el contacto real sobre el virtual es lo que permite crear lazos y que, por ejemplo, los padres eduquen a sus hijos en la fe, sepan sus problemas y sus logros.

Control

Un manejo moderado y focalizado en transmitir el mensaje de amor de Cristo, es el uso que los curas sugieren a las redes sociales; además indican que debe ser tratado como un medio de comunicación alternativa. Por otro lado, el padre Fabricio Aldaña pide que no sean usadas para lastimar la reputación del prójimo.

Formación humana

El párroco Rómulo Aguilar cree que se ha trabajado por muchos años en la tecnología, sin embargo, considera que la falla principal desde hace unos siglos es la formación humana. Cuestiona además que la educación no está forjando a profesionales con valores éticos.

Preocupación

El sacerdote Andrés Lazo sostiene que se debe salir a enfrentar el desafío de ir a las calles a “conocer de cerca el clamor de la humanidad”. De esta manera, se conoce las necesidades que tienen, se ayuda al hermano y se profesa, mediante el ejemplo, una vida de solidaridad.