La ministra de Gobierno, María Paula Romo, pidió disculpas este 9 de octubre de 2019 por las bombas lacrimógenas que fueron lanzadas esta noche por la policía en las Universidad Politécnica Salesiana y Pontificia Universidad Católica del Ecuador (PUCE) que abrieron sus puertas para que los indígenas que llegaron a protestar en Quito puedan descansar.

Según la funcionaria, el incidente se habría producido cuando los uniformados perseguían a los manifestantes, luego de también echarles gas en los alrededores del parque de El Arbolito, sitio tradicional de concentración de las protestas.

“Esto no puede suceder, los incidentes no van a volver a repetirse de ninguna manera y no tienen ninguna justificación”, señaló Romo que ofreció que, una vez que terminen las protestas, se investigará lo sucedido.

A través de las redes sociales la Universidad Salesiana rechazó el uso de gases dentro de sus instalaciones y recordó que en estas se alojan temporalmente adultos mayores, niños y niñas.

En ese mismo sentido se pronunció la Secretaría de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación que en un comunicado reiteró que los espacios universitarios son inviolables, a la vez que apoyó la labor humanitaria que cumplen los jóvenes con las comunidades indígenas.

Romo extendió las disculpas al rector de la PUCE y esperaba hacerlo en el transcurso de la noche con las autoridades salesianas.

Evaluación de la jornada de protestas

El Ministerio de Gobierno informó que hasta el momento hay 86 policías heridos a causa de las manifestaciones. Además, se produjo la toma de las gobernaciones de Cañar y Napo esta última se mantenía en poder de los manifestantes.

“De caos solo los delincuentes se benefician, los de cuellos blanco y los comunes, en medio de las protestas de hoy se produjo una fuga en la cárcel de El Rodeo (Manabí) afortunadamente la acción policial logró la recaptura de más de 50 personas y se hace una revisión para saber cuántas personas son las fugadas”, señaló la ministra Romo.

También se produjo la detención de una persona que las autoridades identifican como la “mano derecha” de la exalcaldesa de Durán, Alexandra Arce, y le atribuyen ser el incitador de la violencia en ese cantón de Guayas.