Tras tres horas de audiencia, la jueza Ana Lucía Cevallos vinculó este 26 de septiembre a Jacobo Bucaram Pulley al proceso por el presunto delito de delincuencia organizada que se sigue en contra de su padre, el expresidente Abdalá Bucaram Ortiz, y tres agentes de la AMT de Quito. A Bucaram se le dictó, por esta razón, la orden de prisión preventiva.

Además, la jueza ordenó la retención de fondos por un valor de cuarenta salarios básicos unificados y señaló que la instrucción fiscal se extenderá por treinta días más.

La Fiscalía los investiga por supuestamente haber "conformado un grupo estructurado para planificar actividades delictivas entre noviembre de 2019 y agosto de 2020 (en Quito y Guayaquil)". "Una de estas fue la obtención de beneficios económicos, varios de ellos en el contexto de la comercialización de pruebas para COVID-19 y de mascarillas, en medio de la emergencia sanitaria", señala.

La investigación inició tras la detención de dos ciudadanos israelíes en Santa Elena. Los extranjeros, quienes fueron aprehendidos con 300.000 dólares en efectivo, aseguraron en sus versiones que el dinero era producto de una venta de 21.440 cajas de insumos médicos a Jacobo Bucaram Pulley. La transacción, según consta en fotos y vídeos grabados por uno de los israelíes, se dio en la casa de Bucaram, ubicada en el norte de Guayaquil.

Tras las declaraciones, los extranjeros fueron enviados al Centro de Rehabilitación Zonal 8, en Guayaquil, donde fueron atacados. Uno de ellos, Shy Dahan, fue asesinado.

Un día después del asesinato de Dahan se difundieron dos conversaciones entre el israelí y Abdalá Bucaram y su hijo Jacobo. 

En esos audios, el extranjero le pedía al expresidente que le prometa que nadie lo iba a matar, a lo que Bucaram Ortiz le dijo que no se preocupara por eso. "Sí, ya hablamos de lo de la palabra y yo mantengo mi palabra que yo en el tribunal te saco", le aseguró.

En un segundo audio, Jacobo también intentó calmarlo y le dijo que "el abreviado" ya estaba arreglado.

Tras la difusión de los audios, Abdalá Bucaram no negó las conversaciones, pero aseguró que él no tenía ninguna influencia en el sistema judicial como le había dicho a Dahan.

"Ustedes escuchan que le digo: 'te van a matar... Te voy a poner un abogado'. Y para darle fuerzas le digo: 'yo tengo influencias', obviamente era una defensa técnica para que el chico (Shy Dahan) confíe", dijo ante los medios de comunicación.

Este es el tercer caso por el que Jacobo Bucaram Pulley es investigado por la Fiscalía. Los otros son por asociación ilícita, que comparte con sus hermanos Dalo y Michel, su cuñada Gabriela Pazmiño, Daniel Salcedo y exdirectivos del hospital Teodoro Maldonado Carbo y otro por tráfico de bienes patrimoniales que comparte con su padre. 

En el caso de asociación ilícita, la fiscal Claudia Romero había pedido este 25 de septiembre que se designe fecha y hora para una audiencia de reformulación de cargos por delincuencia organizada. Tras la detención de Jacobo Bucaram en Medellín y su arribo a Quito, la fiscal Romero pidió al juez que se lo traslade a la cárcel de Latacunga, pues en Guayaquil su vida podía correr peligro.