Las fuerzas iraquíes lanzaron ayer la ofensiva para reconquistar Mosul, la segunda ciudad más importante del país y bastión del grupo Estado Islámico en Irak, una batalla que EE. UU. considera decisiva en la lucha contra los yihadistas.

Tras el anuncio, la ONU expresó su “preocupación” por los 1,5 millones de personas que viven en Mosul, ciudad aislada del mundo.

Muchas “familias se enfrentan a un riesgo extremo de verse en medio del fuego cruzado o ser apuntadas por francotiradores”, dijo Stephen O’Brien, vicesecretario para Asuntos Humanitarios y Asistencia de Emergencia de la ONU.

El primer ministro iraquí, Haider al Abadi, anunció el inicio de la ofensiva por televisión. “La hora de la victoria ha llegado y las operaciones para liberar Mosul han empezado”, declaró el primer ministro.

Naciones Unidas advirtió ayer la posibilidad de que el EI utilice a la población civil como escudos humanos e incluso que usen armas químicas ante la ofensiva para expulsarlos.

Mosul, situada a orillas del río Tigris y de población mayoritariamente sunita, cayó en poder del Estado Islámico el 9 junio de 2014. Agencias