Hay quienes consideran que las herramientas de la inteligencia artificial (IA) que pueden interactuar con las personas en su mismo lenguaje, constituyen el mayor avance tecnológico desde internet. Lo cierto es que su potencial apunta a revolucionar la educación, por lo que su manejo por instituciones y catedráticos se vuelve indispensable.

Entre quienes resaltan las bondades de esta nueva tecnología está el matemático y PhD en Ingeniería Fernando Sandoya Sánchez. “La inteligencia artificial (IA) es de largo la tecnología más fascinante de nuestro tiempo, y su impacto en todas las actividades humanas, particularmente en la educación, es cada vez más evidente. Con la revolución de las IA, el modelo educativo tradicional de colegio, universidad y posgrado está obsoleto, ha muerto. De hecho, el nuevo paradigma de la educación está basado en un aprendizaje rápido, virtual, continuo, volviéndose una forma de vida”, afirma.

A su criterio, las universidades tendrán que adaptarse a estos cambios. “Los docentes probablemente nos convertiremos en facilitadores del aprendizaje, ayudando a los estudiantes a navegar por el océano de información disponible. Los docentes guiarán a los estudiantes en la mejor hoja de ruta del aprendizaje, basados en su experiencia profesional, mientras que la IA les proporcionará el conocimiento”, anticipa el también experto en ciencia de datos.

El docente universitario recuerda que en noviembre de 2022 la compañía OpenAI abrió al uso del público ChatGPT, una herramienta de IA que maneja lenguaje natural, es decir que interactúa con las personas en el lenguaje común, haciendo y respondiendo todo tipo de temas y cosas que le pidan.

Su impacto fue tan grande que en los primeros cinco días, registraba ya un millón de usuarios. La mayoría compartía en redes sociales sus diálogos con esta IA.

Pero Sandoya acota que su impacto en la educación va más allá de la mejora del acceso a la información o de interactuar. “Las IA bien utilizadas ahorran tiempo y recursos. Por ejemplo, pueden proporcionar a los docentes información precisa y detallada sobre el progreso de cada estudiante, incluso prediciendo cuál será su rendimiento, permitiéndoles identificar problemas de aprendizaje y ofrecer soluciones de forma más eficiente. Así los docentes pueden dedicar más tiempo a actividades en el aula que realmente fomentan la creatividad y el pensamiento crítico”.

Sandoya, quien fue uno de los cuatro panelistas del conversatorio ‘ChatGPT y otras IA, ¿amigos o enemigos de la educación superior’, realizado el mes pasado en la Escuela Superior Politécnica del Litoral (Espol), reitera que esta es ya una herramienta indispensable para docentes, investigadores y estudiantes por igual, “y quienes la adopten tendrán un futuro brillante en el campo educativo”.

En ello coincide el licenciado en Educación y magíster en Enseñanza de la Física Geovanny Alvarado Villa, quien advierte a los catedráticos que ya muchos estudiantes se han adelantado y están empezando a utilizarla.

Según el también catedrático universitario, la mayoría de docentes no la conocen ni saben cómo sacarle el máximo provecho y solamente la usan para obtener respuestas a preguntas o generar contenido, pero con eso no se hace uso de su verdadero potencial.

A su criterio, las actividades académicas no pueden limitarse a la realización de ensayos o respuestas a preguntas cerradas, sino que es necesario que estas sean para explicar el qué, para qué y cómo lo hicieron, concentrándose en las razones que le llevaron al éxito o al fracaso, así como las implicaciones personales o grupales.

“En la generación de esas actividades, la IA puede convertirse en una excelente herramienta para el docente”, insiste el profesor e investigador de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad de Especialidades Espíritu Santo (UEES), quien fue uno de los expositores en un reciente espacio en la red social Twitter, donde se abordó este tema.

Por todo lo expuesto, existe también la preocupación de que las IA eventualmente reemplacen a los docentes. Incluso, ya hay quienes piden que sea prohibida su utilización dentro de los centros de educación, advierte Sandoya, pero acota que este tipo de acciones son inútiles y que las IA terminarán superando cualquier barrera y generalizándose.

“Mi opinión es que, tal como sucederá en todas las actividades humanas, la IA no reemplazará totalmente a la gente, pero la gente que usa IA sí reemplazará a la gente que no la usa, incluyendo a los docentes. Los docentes que estén dispuestos a aprender y adoptar nuevas tecnologías tendrán una ventaja competitiva en el futuro de la educación”, opina.

POLÉMICA CURIOSIDAD

¿Sentimientos? En julio de 2022, Bake Lemoine, el ingeniero que trabajaba en LaMDA, el equivalente a ChatGPT, advirtió que esta IA había “cobrado vida” y “tenía sentimientos”, lo que ocasionó que fuera despedido y se frenara el proyecto.