Christopher Roybal regresó a casa tras servir durante 5 años a la marina estadounidense. El hombre de 28 años —que volvió ileso de su misión en Afganistán— ahora integra la lista de las 59 víctimas que dejó el tiroteo ocurrido durante un evento en Las Vegas.

El domingo 1 de octubre, Roybal —descendiente de una ecuatoriana— llegó al concierto de música country Route 91 Harvest Festival, que se desarrolló frente al hotel Mandalay Bay, para celebrar que estaba próximo a cumplir un año más de vida.

“Estuvo en combate y regresó sin heridas, y vino a un concierto y murió”, dijo su madre, Debbie Allen, a Univision Noticias. Aunque no estuvo con su hijo en el momento en que las balas lo impactaron, sí se encontraba en el sitio y cuando empezó todo —explica— presintió lo que había ocurrido.

El lunes 2 de octubre, en los exteriores del Centro de Convenciones de Las Vegas, confirmaron el fallecimiento del hijo de la manabita. “Dicen que mi hijo dijo: ‘estoy herido’. Le dieron en el pecho. Y cuando se agacharon todos por la metralleta, él se agachó y cayó para atrás. Ahí quedó”, dijo Allan a ese medio.

La ciudad de Las Vegas permanece aún sobrecogida por el tiroteo que también dejó más de 500 heridos, mientras familiares y amigos sufren el lento proceso de identificación de las víctimas y se conocen más detalles sobre la investigación del caso.

El autor de la masacre, Stephen Paddock, de 64 años, disparó desde una habitación del hotel Mandalay Bay contra los miles de asistentes de un festival de música country con armas automáticas y después se quitó la vida.