Guayas, agraviada en inversión pública en la última década

Guayas, agraviada en inversion publica en la ultima decada

Recibió la mitad que Pichincha en carreteras e infraestructura, según las cifras de Obras Públicas. También obtuvo menos que Morona, Los Ríos, Loja o Cotopaxi.

En ese hábito de Quito y Guayaquil de tomarse la medida a punta de cifras que dan más o menos relevancia a la ciudad de la Sierra o a la de la Costa, el gobierno de Rafael Correa decidió tomar partido en la última década. Y lo hizo con dinero. La inversión pública en infraestructura y carreteras fue la mitad en Guayas que en Pichincha. Y de hecho, la provincia costeña, cuya cabecera es Guayaquil, no es ni la segunda del país en recibir mayor capital del Estado para su desarrollo. Pese a ser la más poblada, es la sexta en inversión.

Guayas ha recibido del Ministerio de Transporte y Obras Públicas, entre 2007 y el 30 de abril de este año, hasta 512 millones de dólares. Y Pichincha, más del doble: 1.091 millones de dólares en una década. A ambas les supera Manabí, con 1.604 millones de dólares, más del triple que Guayas, sin que esa abultada ventaja pueda achacarse al terremoto de abril de 2016. Esa inversión en transporte e infraestructura, traducida en carreteras, tampoco evitó que el sismo dejara aisladas por vía terrestre a algunas poblaciones en las primeras horas del siniestro.

Por encima de Pichincha solo está Manabí, pero por delante de Guayas, están además Loja, Cotopaxi, Los Ríos y Morona, pese a que entre las cuatro regiones no suman ni la mitad de población que vive y transita por las vías de Guayas. La carretera que lleva a los guayaquileños hasta la playa, de dos carriles, sin luz en amplios tramos y con un peaje de 25 centavos, ya está adjudicada a un contratista privado que elevará el peaje y se encargará del mantenimiento.

El Ministerio de Transporte y Obras Públicas ha invertido más de 10.700 millones de dólares en el país en la última década. Pasó en dos años de 348 millones de dólares (2007) a $ 1.094 millones en 2009, pero tuvo momentos pico, justo coincidiendo con el periodo electoral anterior. En 2012, un año antes de la reelección de Rafael Correa, la cartera de infraestructura devengó 1.234 millones de dólares en todo el territorio, con Manabí como región más beneficiada. El año electoral, 2013, fue el de mayor desembolso de capital público con 1.650 millones de dólares, pero ese año, Pichincha lideró la recepción de dinero para el desarrollo de infraestructura. Al año siguiente, 2014, con las prefecturas y los municipios en juego, en unas elecciones que dejaron a Alianza PAIS sin el liderazgo en grandes ciudades como Quito, Transporte también puso énfasis en Pichincha. En esa región puso 203 millones de dólares, de los 1.405 millones invertidos a nivel nacional. Pasado el periodo electoral y coincidiendo con los primeros efectos de la caída de precios del petróleo, la cifra se redujo a la mitad en todo el país: 725 millones de dólares.

Guayas, al detalle

Por sector

Medicinas y educación

La contratación, en general (no solo transporte y obras públicas), en Guayas entre 2016 y 2018 asciende a $ 605 millones frente a los $ 1.557 millones de Pichincha. Se dedican, principalmente, al catálogo inclusivo, a medicinas y a alimento escolar.

Por entidad

Educación y CNEL

Las instituciones públicas que más contratos tienen en Guayas son el Ministerio de Educación, con $ 132,5 millones adjudicados, la Empresa Eléctrica Pública CNEL, con $ 49,5 millones y la Subsecretaría de Educación distrito Guayaquil, con $ 19 millones.

Contratistas

De catering y laboratorios

El proveedor que mayor monto recibió, por contrato en Guayas, es la empresa de catering Lafattoria, con 131 millones de dólares. Le siguen dos laboratorios de medicinas: Laboratorios HG, con $ 24 millones, y Kronos Laboratorios, con $ 20 millones.

Por régimen

Revisada y liquidada

Se encuentran revisados 279 millones de dólares de los más de 600 millones contratados en Guayas entre 2016 y 2018. Otros 272,2 millones de dólares están ya liquidados y otros 53,5 millones, sin efecto.