Guayaquil amanece tranquila, el ruido de los vehículos fue reemplazado por el de la brisa característica de las ciudades portuarias. Este pasivo escenario es el que acoge a quienes, por sus razones personales, decidieron no movilizarse a otras provincias.

En los mercados puede observarse un saludable número de personas, evaluando el estado de las verduras; mientras que en las carnicerías el ambiente es más ‘alegre’. Andrés Paladines, no viajó a su destino de costumbre, Playa Varadero, por miedo a la inseguridad asegura. Debido a esto dice que aprovechará el asueto para preparar un asado junto a su familia, así lo cuenta desde el mercado de carnes ‘La Española’, ubicado en La Atarazana.

Geovanni Muñoz, administrador de La Vienesa, en su sucursal del centro, confirma lo evidente: el movimiento es fluido.

Costillas de cerdo, lomo, pechugas de pollo y vino, son solo algunos de los ítems más solicitados por quienes optaron por un feriado más hogareño. DEMO