La actividad productiva debe contribuir al progreso de una sociedad en forma global, sin afectar los ecosistemas ni la calidad de vida de las poblaciones. Garantizar el manejo sustentable de los recursos sin perjuicio del normal desempeño de las comunidades, en un entorno sano, es función del Ministerio del Ambiente.

Resulta entonces incomprensible que en zonas pobladas, como la vía a la Costa, se mantengan permisos de funcionamiento para canteras, cuando estas generan emisiones que pueden incidir en la salud de los habitantes del sector. Y si las canteras ya estaban ahí antes del desarrollo inmobiliario, ¿bajo qué premisas se permitió la edificación de complejos de vivienda? Todo ello con el agravante de que la zona alberga al bosque protector Cerro Blanco. Asimismo, ¿qué estudios se hicieron en Posorja y sus áreas adyacentes, donde hoy se habla de perjuicios al turismo y otras labores de sustento económico comunitario, y al hábitat de ciertas especies, posiblemente originados por el dragado realizado para construir el puerto de aguas profundas?

El no tomar decisiones oportunamente y luego tener que buscar soluciones ante hechos consumados que afectan al medioambiente y al bienestar ciudadano, lleva a que se cuestione la gestión del ministerio, o incluso su permanencia.