Aunque la Policía de Ecuador identificó con el alias de Alacrán a Henry Loaiza Montoya, capturado el pasado 1 de febrero en Guayaquil, sus verdaderos sobrenombres son Junior o El Enano. Así lo confirmaron fuentes de la Dirección de Investigación Criminal e Interpol (Dijín) de la Policía de Colombia.

Alacrán es, en realidad, el pseudónimo de su padre, Henry Loaiza, uno de los poderosos líderes del desaparecido cartel del Norte del Valle que impuso el terror en Colombia en los años 80 y que controló buena parte del tráfico de drogas en Estados Unidos durante esa época.

Alacrán padre fue capturado en octubre de 2023 en Colombia y hoy permanece en una cárcel de Bogotá. Después de pagar una condena en EE. UU. por narcotráfico regresó a su país para tratar de recuperar el poder que tuvo en sus años dorados de criminalidad. Todo indica que su hijo continuó con sus pasos.

“‘Junior, o El Enano’, es un reconocido narcotraficante del Norte del Valle, quien tiene vínculos directos con la reconocida banda delincuencial denominada la Inmaculada que delinque en la ciudad de Tuluá Valle del Cauca, encargada del cobro de extorsiones y homicidios”, explicó el Coronel Edwin Masleider Urrego Pedraza, Director de Investigación Criminal e INTERPOL de la Policía de Colombia.

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UN SUPUESTO EMPRESARIO

Una investigación conjunta entre autoridades colombianas, ecuatorianas y la DEA, que duró al menos 24 meses, permitió establecer que ‘Junior’ llevaba al menos 14 años con una vida alterna en Guayaquil.

“Labores de policía judicial permitieron establecer que este sujeto se encontraba huyendo de las autoridades colombianas en el vecino país de Ecuador donde se hacía pasar como un reconocido empresario, para así ocultar la procedencia de sus actividades ilícitas en el tráfico de cocaína hacia los Estados Unidos”, explicó el oficial.

Durante la investigación se lograron identificar varias empresas fachadas en Colombia y Ecuador de productos de belleza y almacenes de ropa exclusiva, en donde ocultaba la procedencia ilícita de su dinero producto de actividades del narcotráfico.

Para su captura, investigadores realizaron un trabajo de análisis de información y de seguimiento a redes sociales logrando identificar un tatuaje significativo en su mano derecha con la figura de un rostro de una mujer, siendo así la única forma de establecer que se trataba de Henry Loaiza Montoya, alias Junior o El Enano.

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LA FOTOGRAFÍA

De hecho, EXPRESO pudo establecer que la captura del reconocido narcotraficante se dio por la publicación de una fotografía en redes sociales que hizo su pareja. Aunque ella nunca subía fotos de él, una imagen que posteó delató su ubicación. Su red social era vigilada de cerca por investigadores.

La imagen era de ella en estado de embarazo, mientras era abrazada por 'Alacrán'. Aunque no mostraba su rostro, sí se alcanzó a divisar el tatuaje de una mujer que lo identificaba.

Luego, investigadores le hicieron seguimiento y lo ubicaron en un reconocido gimnasio que está en Samanes, norte de Guayaquil. Le tomaron una foto en la que detrás de él se leía, sobre una ventana, el nombre de un restaurante. De inmediato, se organizó una búsqueda que terminó con la captura.

Cabe resaltar que por intermedio de las autoridades ecuatorianas y con un trabajo articulado se pudo establecer que alias Junior o el Enano se realizó varias cirugías estéticas en su rostro, cambio de pigmentación de piel y aumento de su vello capilar para así lograr evadir el control de las autoridades.

Henry Loaiza Montoya, vivía en una lujosa mansión ubicada en Guayaquil donde se movilizaba en vehículos de alta gama con un grupo de escoltas quienes tenían una alta capacidad de reacción ante alguna confrontación que se pudiera presentar. Además, llevaba una vida de lujos y excentricidades en ese país lo que le permitió escabullirse de las autoridades desde hace más de 14 años.

Tras ser capturado en Guayaquil, ‘Junior’ fue trasladado en un vuelo hasta Quito. De ahí fue llevado al puente Internacional Rumichaca para ser entregado a las autoridades colombianas en un enorme operativo policial y militar. Ahora está recluido, como su padre, en una prisión en Bogotá a la espera de los trámites para ser extraditado a los Estados Unidos.

Deberá responder por cargos de narcotráfico. Se lo acusaba de enviar unas cuatro toneladas de cocaína al mes a México y luego a EE. UU. En Ecuador estaba aliado a Los Tiguerones y, en Colombia, con el frente Óliver Sinisterra, de las extintas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).

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