El interrogatorio. Pedro Espinoza, director jurídico de la Fiscalía; Diana Salazar, coordinadora de la Unidad de Transparencia de la Fiscalía; y el fiscal general Carlos Baca Mancheno (segundo y tercero en la foto) llevaron un pliego de preguntas para cad

Facturas con extras para pagar las coimas

Odebrecht hacía facturar en exceso a sus contratistas y luego pedía devolución de ese dinero en efectivo o por transferencia a los lugares y en las cuentas que ellos disponían.

Odebrecht hacía facturar en exceso a sus contratistas y luego pedía devolución de ese dinero en efectivo o por transferencia a los lugares y en las cuentas que ellos disponían.

Al menos esa fue la situación que expuso ayer Kepler Verduga, contratista guayaquileño de 55 años y uno de los 18 procesados del caso Odebrecht por presunta asociación ilícita que se sigue en contra de Ricardo Rivera, tío del vicepresidente sin funciones Jorge Glas, y otros.

Verduga trabajó para Odebrecht con su empresa Equitransa y otras en el trasvase Daule-Vinces y en la Refinería del Pacífico. Ayer relató al juez Miguel Jurado los detalles de su relación con la constructora brasileña. Verduga, detenido en la cárcel de Ibarra, anticipó su testimonio ante el juez Miguel Jurado.

Lo hizo desde la cámara de Hessel en el Complejo Judicial norte.

Relató que entre 2013 y 2015 facturó 3,8 millones en exceso en las planillas y que devolvió ese dinero a la constructora brasileña.

Cuando la devolución era en efectivo las reuniones se cumplían en el Mall del Sol en Guayaquil con Geraldo Sousa.

Cuando se trataba de transferencias el contratista lo hacía desde sus empresas Equitransa, Multiquip y Tramo hacia compañías como Columbia Managment, Core Holdings BV-FS Veolia Trust, Golden Engineering Services, entre otras.

Verduga le dijo al juez Jurado que Fernando Reis le pidió que en la facturación de planillas debía dejar libre un porcentaje para los funcionarios de Odebrecht.

Aseguró que cuando avanzaba la obra la constructora indicaba el valor que debía agregar a las planillas para luego ser devuelto a los funcionarios.

Las diferencias de planillas las necesitaban para “los trabajadores expatriados”. La condición para darles los contratos era el incremento del porcentaje en planillas.

El testigo añadió que coincidió en el restaurante La Riviera de Guayaquil con la plana mayor de Senagua.

Mencionó a: Walter Solís, Carlos Bernal y Carlos Villamarín. Para Solís llevó un mensaje de Ricardo Vieira de Odebrecht: le tenían una gratificación económica. Verduga respondió 28 preguntas del fiscal Carlos Baca Mancheno. Llevó un mensaje a ese lugar a funcionarios públicos, señaló Marcelo Dueñas, abogado de Verduga.

A las 11:00 el turno fue de Gustavo Massuh, quien pidió acogerse a la cooperación eficaz. Reconoció que participó en el delito de asociación ilícita con Ramiro Carrillo, exgerente de Transporte de Petroecuador, y Claudemir Simoes dos Passos.

“Estoy claro que he destruido mi vida y la de mi familia por esto”, se cuestionó. Afirmó que sirvió de intermediario para recibir pagos de Odebrecht que iban destinados a Ramiro Carrillo, exgerente de Transporte de Petroecuador, quien firmó el contrato Pascuales-Cuenca.

Massuh reconoció que recibió alrededor de 300.000 euros desde la empresa Kleinfel de Odebrecht. Una parte del dinero la entregó a Carrillo en efectivo en Miami, Estados Unidos. Otra parte dice que la transfirió a Wladimir Sper, a la empresa Vladmau Construcciones.

Massuh, quien pidió rendir su testimonio anticipado porque dijo que está recibiendo amenazas, respondió cinco preguntas del fiscal Baca.

A las 14:00 se recibió el testimonio de José Terán y a las 16:00 el de Alfredo Alcívar, excolaborador de Ricardo Rivera que entregó un pendrive con información de mensajes y correos que demostrarían la relación entre Rivera y su sobrino el vicepresidente.