Para el diseñador de modas, hablar del 2017 es mencionar un año magnífico. Fabrizio Célleri considera que de cada uno depende hacerlo bueno o malo. La clave está en vivir el día a día de la mejor manera porque “no se sabe si habrá un mañana y el ayer ya pasó”. Para una persona como él, quien celebró hace poco su vigésimo aniversario en la moda, lo importante es ser fiel, leal y consecuente con uno mismo. “La creatividad y el buen gusto no se estudian en la universidad”, aclara el modisto.

Enfatiza que las experiencias, vivencias y aprendizaje son fundamentales para cualquier creativo.

Anuncia que para 2018 sus proyectos ya están en marcha. “No se trata de decir, sino de hacerlo, y para eso hay que tener claro el cómo. He trabajado para concretar lo que quiero, con decretos, exclamaciones, acciones y visualizaciones”.

Precisamente, en enero armará una tienda en Barcelona, España. “Presentaré a un Ecuador que no solo es el futbolista, el indígena del páramo y las islas Galápagos, sino también el que representa el campo de la moda, el diseño y las artes”.

Entre las cosas que quemará el 31 de diciembre está su manía de criticar y cuestionar todo con lo que no comulga, comparte, ni está de acuerdo. “Es un factor muy negativo para el crecimiento del ser humano. Ser lapidario me divierte (risas) y no lo hago por maldad, pero definitivamente no es correcto hacerlo”.

Sobre el hecho de quemar a algunos de sus colegas como monigotes y mandarlos al fuego junto con sus confecciones, Fabrizio se ríe y prefiere no hablar de alguien en particular. Uno de sus propósitos es ser más prudente de ahora en adelante.

“Cada uno ha construido su trayectoria, existen nuevas marcas y rostros en esta profesión. Hay chicas que desfilaron para mí y hoy trabajan en la moda. Me gusta eso de haber dejado algo en otras personas, sin pretender ser un catedrático o maestro”.

Por otro lado, desea que quienes viven en Guayaquil tomen más conciencia de una regeneración humana más que urbana. “El que rediseñes tu vida logrará que tus acciones y comportamiento influyan en el resto”.

Para este 31 de diciembre Fabrizio Célleri recomienda principalmente a las mujeres no ser tan estructuradas en cuanto a sus prendas de vestir, es decir desecharlas porque no les agrada cómo les queda ni tampoco usar o vestir lo que todo el mundo se pone encima.