En noviembre pasado, en un programa televisivo, fue entrevistado el señor Wilson Merino. Lo que pude apreciar y escuchar al entrevistado es que se proponía presentar a la Asamblea un proyecto de ley para el tratamiento del cáncer.

En nuestro país, desde hace muchos años viene brindando atención oncológica, preventiva y curativa, a miles de ecuatorianos de todas las regiones y sin discriminación esa noble institución llamada Solca catalogada como una de las mejores de Latinoamérica, pues cuenta con equipos con tecnología de punta, médicos especializados y sobre todo de alta calidad humana, así como todo el personal paramédico, administrativo y de servicio que con altruismo y eficiencia hacen que los pacientes podamos sobrellevar nuestro dolor. Lo afirmo por ser usuaria de dicha atención oncológica desde hace siete años, y que gracias a ello sigo con vida al igual que cientos de miles de personas que hemos pasado por el azote de esta enfermedad llamada cáncer.

¿Qué se pretende? ¿Acaso desaparecer a Solca? ¿Que Solca pase a depender del Ministerio de Salud Pública?

Si eso ocurriere, los pacientes con enfermedades oncológicas estaríamos expuestos a padecimientos impredecibles, pues se politizaría la atención médica y con ello se presentaría la falta de fármacos, entre otras calamidades, como las que se observan en los hospitales públicos.

Ligia Astudillo Urdiales