Estrategia politica: la victimizacion

Esta ha sido, desde ayer hasta hoy, la estrategia, el accionar político de los dirigentes de AP frente a hechos y evidencias de errores, equívocos y corrupción. Del Gran Hermano (julio 2009) al presente de Odebrecht siempre se han victimizado y acusado por supuestas ofensas. Hoy el vicepresidente sin funciones usa este método. Sin embargo, la fuerza de la realidad puede más que la lata política, la mentira y esa victimización.

Recordemos: durante la década de la corrupción los dirigentes de AP-RC ante cualquier hecho y prueba de corrupción se han victimizado. Ninguna crítica, observación, análisis o señalamiento de errores y casos de corruptelas fueron aceptados por el correato. Veamos algunos casos de su historial, que consta en prensa, radio, TV, etc. Ninguna verdad no oficial fue aceptada. La única era la que salía de las sabatinas, los discursos y las declaraciones del líder y las que diseñaban los discípulos de Goebbels a través de eslóganes, propaganda y “spots” de radio, prensa y televisión que nos imponían.

Ejemplos: comenzó cuando llamó a una periodista, hoy fallecida, “gordita horrorosa”, porque dizque lo había “ofendido” con la pregunta. Luego hizo nombrar una veeduría por el Consejo de Participación Ciudadana, para que investigue la “ofensa” y calumnia (julio 2009) sobre contratos de su hermano con el Estado (escándalo el Gran Hermano). Los veedores dijeron que él sí conocía sobre esto. Por eso fueron penalizados. Después enjuició a Emilio Palacio y a El Universo, por ofensas. Sacó la sentencia de Chucky Seven (julio 2011). Posteriormente se sintió agraviado por caricaturas de Bonil. Procesó a decenas de ciudadanos comunes porque lo habían “ofendido” con señas. Muchos juicios están como pruebas. Cuando se afirmó que su primo tenía título falso, dijo que era mentira y expresó: “Si demuestran que Pedro Delgado falsificó su título, dejo la presidencia y me voy a mi casa” (24/XI/2010). Esto tiene el mismo libreto de victimización de Glas y la amenaza a la fiscal Diana Salazar. Esta es la historia real y objetiva de los líderes de AP. La gran mayoría de señalamientos eran verdad. Pero la estrategia les dio resultado para engañar, mentir y amenazar. “Prohibido olvidar”.