
Un trabajo encubierto de evidentes resultados
Cubre su rostro con una capucha negra para proteger su identidad y la de los hombres que trabajan con él. Parece invisible, pero la labor que despliega junto con su grupo permite desbaratar organizaciones criminales y hasta decomisar grandes cargas de
Cubre su rostro con una capucha negra para proteger su identidad y la de los hombres que trabajan con él. Parece invisible, pero la labor que despliega junto con su grupo permite desbaratar organizaciones criminales y hasta decomisar grandes cargas de drogas.
‘Jorge’, como así pide que lo llamen, es un agente de inteligencia de la Unidad de Lucha contra el Crimen Organizado (ULCO) de la Policía Nacional que trabaja en Esmeraldas, una de las provincias asediadas por el narcotráfico.
A diario, ‘Jorge’ -igual que los agentes que cumplen esas funciones- se juega la vida en operativos que evidencian resultados que, muchas veces traspasan fronteras. Gracias a esa labor, se ha logrado decomisar en Esmeraldas cerca de cuatro toneladas de cocaína, en lo que va de 2016. La mayoría de la carga va de tránsito hacia los Estados Unidos.
“Debemos decir que Esmeraldas es un territorio priorizado por este tipo de organizaciones...”, dice el coronel Pablo Cerda, jefe del distrito de la Policía de Esmeraldas.
De los siete operativos realizados este año en esa jurisdicción, gracias a información entregada por agentes de inteligencia, tres han estado a cargo de la ULCO; otros tres los ha realizado la Unidad de Investigaciones Antinarcóticos de la Policía Nacional (UIAN). En otros han intervenido guardacostas de la Armada Nacional, que mantiene en Esmeraldas la base operacional del Subcomando de Guardacostas.
Los trabajos han logrado la detención de 11 ecuatorianos y 6 colombianos, en operativos como ‘Odisea Marina’, ‘Fortuna’, ‘Estrella Marina’, ‘Océano Nueve’, ‘Mack’ y ‘Poseidón’.
Una compleja estructura permite a la Policía obtener información desde el interior de organizaciones criminales dedicadas al narcotráfico internacional y que utilizan a pescadores, embarcaciones y su territorio marítimo.
La alerta se mantiene en el entorno del puerto pesquero artesanal. Se ha detectado que los pescadores son presa fácil de estas organizaciones debido a la mala racha que vienen padeciendo y a las deudas adquiridas que, para muchos, se tornan impagables.
Muchos trabajos se realizan de manera coordinada entre las Policías de Ecuador y Colombia, cuyos efectivos ocasionalmente comparten información con miembros de la Armada o del Ejército. Según ‘Jorge’, cada día los narcotraficantes están innovando nuevas formas de delinquir.