Es el reto más importante después de poner en marcha y operación al Metro de Quito: la conectividad de diversos barrios de la capital. Actualmente, hay parroquias que cuentan con poca oferta de transporte público y el Municipio busca alternativas y soluciones.

La Empresa Metro de Quito y su similar de Pasajeros realizaron un recorrido por las paradas de conexión que tendrá la megaobra que operará, según los estimados más optimistas, en el primer trimestre del próximo año. En esos puntos, aseguran las autoridades, se generará uniones con los valles y otras localidades.

Mediante comunicado, el Municipio informó que son cinco estaciones multimodales “en las que se integran los subsistemas de superficie con el Metro de Quito: Labrador, Universidad Central, Magdalena, Recreo y Quitumbe. De esta manera los usuarios de los diferentes subsistemas municipales como Trolebús, Ecovía, corredores y alimentadores podrán acceder al Metro”.

En San Francisco, por ejemplo, se plantea una conexión específica con el Valle de Los Chillos. “Se están analizando las mejores condiciones para que los usuarios que vienen del sector del Valle de los Chillos tengan las facilidades del servicio y la integración”, dijo Carlos Poveda, gerente general de la Empresa de Pasajeros de Quito.

¿Cuándo se tomarán las acciones? No hay tiempo que perder, a decir de las gerencias. Andrea Flores, gerente del Metro de Quito, señaló que lo fundamental es reestructurar las rutas del transporte público de superficie para que se adapte con la nueva obra que dejará una deuda de 2.005 millones de dólares a los capitalinos.

El Metro, hasta la fecha, tiene un avance del 99 % y ya se inició el trabajo de entrega de la obra física. Este proceso tomará, en el mejor de los casos, unos cinco meses más.

El sistema de transporte en construcción tendrá la capacidad de movilizar a unos 1.230 usuarios diariamente. Tiene 18 trenes.

El proceso de contratación de expertos para su operación aún no se concreta.