Cuando peor estaban las cosas para Emelec, el equipo respondió de la mejor forma ante su gente, que llenó el renovado Capwell. Una goleada espectacular, la primera ‘manita’ de la temporada (5-0) ante un River Ecuador que no despierta en esta segunda etapa y se mete en graves problemas en la acumulada.

La alarma de Emelec se encendió el fin de semana tras salir goleado en su visita a Ambato, pero lo arreglaron a las primeras de cambio. Quizá no le sea suficiente para conseguir el título este año, pero sí para despejar dudas y tranquilizar las aguas tan movidas de estos últimos días.

Alfredo Arias entendió que con su esquema y sus hombres fijos no podía encontrar la fórmula, y ayer no dudó en hacer un cambio de cara a su equipo. Introdujo tres variaciones muy significativas. Nazareno, que había disputado los últimos tres encuentros del campeonato, dejó su lugar en el lateral izquierdo a Bagui, mientras Burbano hizo lo propio con Mondaini, que recompensó la confianza de su técnico con un tanto, el tercero de la tarde.

Por fin se vio a un Emelec capaz de llevar a cabo transiciones rápidas, combinaciones precisas y el fútbol de toque que exige su técnico. Desde muy pronto, con un tanto de penalti transformado por Christian Guanca a los cuatro minutos, el elenco azul llevó el mando del choque y goleó sin problemas.

Mena, con un doblete a los 37 y 83 minutos del cotejo, fue quien se llevó el premio a mejor jugador del partido, una vez más el faro al que se agarra este Emelec para intentar una remontada que le permita disputar la final del campeonato.

En el bando de River Ecuador, esta derrota simplemente es la confirmación de que la temporada va de mal en peor. Ni siquiera pudieron recortar distancias con un penalti -Bagui cometió un grave error defensivo-, que Armando Solis mandó a las nubes. Una depresión de la ‘fuerza roja’ que puede tener consecuencias graves si no comienza a puntuar. El descenso le acecha, ya es noveno en la tabla acumulada y solo tiene cinco puntos de ventaja sobre Delfín.

Suerte para los guayacos, que vieron cómo los de Manta perdieron dos puntos en los últimos segundos ante Deportivo Cuenca (2-2), ya que un triunfo de Delfín hubiese dejado aún más caliente el descenso a la Serie B