¿Este año, cómo ha sido la oferta crediticia de Citibank para el sector corporativo?

Estábamos en alrededor de $ 240 millones y ahora estamos por los 200 millones. Estamos hablando de una baja de unos $ 40 millones, esto por el mal año que se está viviendo. A diferencia del año pasado, vemos que hay liquidez en el mercado, algo que es muy bueno, pero el problema ahora es que hay menos demanda de crédito y se está viendo poca inversión.

¿Este mal momento también ha afectado las operaciones en el comercio exterior?

Las transacciones de comercio exterior siempre serán proporcionales al flujo de importaciones y exportaciones que tiene el país. Al haber bajado eso, también bajan las transacciones; sin embargo, vemos que sigue habiendo demanda por temas de garantías y pagos internacionales.

¿Y cuál ha sido el comportamiento que han tenido las grandes empresas?

Obviamente ha habido un reflejo directo de la economía. Hemos visto que la industria alimenticia continúa teniendo una tendencia bastante a la baja, sobre todo aquellas que se mueven en el segmento de bebidas azucaradas, debido a los nuevos impuestos que el Gobierno puso a este sector. La parte petrolera ha sido directamente proporcional a los pagos que se reciben de Petroamazonas.

Con una baja demanda de crédito, ¿cómo la firma enfrenta este año?

Parte de nuestro trabajo es el ofrecer crédito a las compañías según la medida de su necesidad, pero nuestra estrategia ha estado en proveer servicios financieros y ayudar a la parte operativa de las compañías en cuanto a su manejo financiero se refiere.

¿Y cómo enfocan esa estrategia?

Nuestra estrategia no ha sido ampliar nuestra base de clientes pero sí nuestra participación en los negocios que tenemos con estos clientes. Somos proveedores de servicios financieros globales, tesorerías regionales. Es una tendencia que las compañías traten de optimizar costos y tener un manejo financiero centralizado. Y es ahí donde hay un espacio para nuestra firma, presente en más de 100 países.