Por conveniencia o estrategia. Con casi 300 partidos en contienda y el riesgo de tener hasta 90 mil candidatos, según la proyección del Tribunal Contencioso Electoral (TCE), las organizaciones políticas dialogan para llegar a acuerdos y crear “frentes” que dispersen lo menos posible el voto en las elecciones seccionales de 2023. Hay avances.

En Guayas los más activos  son los dirigentes de Centro Democrático (Listas 1) que tienen claro que ir en solitario les hará más difícil tener aspiraciones frente al Partido Social Cristiano (PSC) que tiene en Madera de Guerrero a su aliado, especialmente en la disputa por la Alcaldía de Guayaquil.

Enrique Menoscal dibuja el panorama de cómo podrían quedar los acuerdos en la provincia. En diálogo con EXPRESO revela que han hablado de forma preliminar con el Partido Socialista, con el director de Pachakutik en Guayas y con su aliado natural, la Revolución Ciudadana con quienes podría concretar acuerdos en varias provincias.

En Pichincha se vislumbran, al menos, dos frentes. Uno que aglutinará a parte del centro a la izquierda y otro del centro a la derecha. En el primero ya hay dos integrantes que son Democracia Sí y Avanza que lograron el primer acuerdo: apoyar la candidatura a la Alcaldía de Quito de Fernando Carrión y esperan definir el aspirante a la Prefectura.

A ellos se sumarían cinco organizaciones políticas más, pero aún se encuentran dialogando y estableciendo cómo se armarían las postulaciones para que todas tengan representantes en las listas de los comicios seccionales.

“Lo que sí queda claro es que iremos en listas conjuntas. Sería un error ir en listas separadas”, explicó Javier Orti, director nacional de Avanza, quien prefiere mantener en secreto los nombres de las otras agrupaciones con las que se está negociando.

También, hay misterio en el frente de centro derecha que viene armando el excandidato a la presidencia Pedro José Freile en Quito, en el que estarían cinco partidos políticos nacionales más y dos locales. “Seguimos conversando, por respeto no puedo dar los nombres”, le dijo Freile a EXPRESO.

Lo que sí está claro es que no necesariamente la alianza política que logran los partidos en Guayas debe replicarse en Azuay, Pichincha o Esmeraldas. “Cada localidad tiene una dinámica y realidades diferentes y eso también se analiza”, dijo Orti.

Eso hace que en localidades pequeñas, especialmente, se produzcan alianza impensables en las plazas más visibles. A Menoscal le informaron desde Sucumbíos que Centro Democrático ha firmado una carta de intención con Unidad Popular, Izquierda Democrática, el Partido Socialista y Democracia Sí para empezar a medir la intención de voto y definir candidatos.

En días pasados, la Corporación Participación Ciudadana propició un primer encuentro entre quienes suenan como candidatos a la Alcaldía de Quito que podrían sumar más de 20.

El objetivo fue precisamente motivar a los aspirantes a deponer posiciones y lograr consensos para que tengan un representante por tendencias y no dispersar el voto, tal como sucedió en las elecciones seccionales de 2019.

“Si ese encuentro generó una corriente, es una buena noticia porque tener tantos candidatos debilita la democracia y el ejercicio de la política. Los más afectados de esto son los partidos políticos”, dijo Ruth Hidalgo, directora de esta organización civil.

Todos los frentes esperan tener concreciones hasta mediados o, a más tardar, finales de marzo para empezar a elegir a los candidatos y que estos se empiecen a hacer visibles para los votantes. De estos resultados dependerá la supervivencia de varias organizaciones políticas que van con tarjeta amarilla a estas elecciones.