Horas previas para afinar los pequeños detalles. El debate presidencial de este domingo 1 de octubre de 2023 será la última oportunidad que tendrán los finalistas, Luisa González y Daniel Noboa, para posicionar un tema, una idea o, al menos, un eslogan de peso que los distinga para lo que resta de la campaña y capte la atención, sobre todo, de los indecisos.

El 29 de septiembre, los aspirantes le bajaron la intensidad a sus agendas. González, que representa a la Revolución Ciudadana, se reunió muy por la mañana con representantes del Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe y luego no tuvo más actividades, pero no hubo una respuesta clara desde su campaña de si eso se debía a que se preparaba para el careo.

Ciertos consultores políticos, como Alejandro Zavala, presumen que el grueso de la estrategia de González se discutió, a inicios de esta semana, en México a donde la candidata viajó y se habría reunido con los principales dirigentes de esa agrupación política. Ella ni lo ha confirmado ni lo ha desmentido.

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Noboa, de la alianza ADN, tampoco informó de sus actividades en las redes sociales, que es donde más se expone. Una de sus asesoras le dijo a EXPRESO que no ha dejado de hacer recorridos territoriales y que luego de eso ha dedicado dos horas diarias para reunirse con asesores con los que resume su plan de trabajo que será expuesto el domingo.

Zavala explicó a este Diario que en la actualidad preparar un debate significa un trabajo “gigantesco”, no de días sino de semanas, que no implica únicamente al candidato sino a todo un equipo de profesionales en la materia.

“Lo primero es entender bien la metodología del debate para que no pase el desastre de la primera vuelta en donde el candidato seguía hablando con el micrófono apagado lo que daba la sensación de que no vino preparado; las respuestas tienen que ajustarse al tiempo que ha sido establecido y eso hay que ensayar mucho. Si es necesario recreamos el escenario del debate y ponemos hasta muñecos con las caras de los contrincantes”, señaló Zavala.

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La preparación también es intelectual para que dominen la mayoría de temas planteados, en lenguaje no verbal para que no cometa exabruptos que luego puedan ser motivo de burlas en las redes sociales y evidentemente se prepara la imagen y hasta los simbolismos en torno al aspirante.

• Hermetismo. En el canal Ecuador TV se armaba el escenario y la logística para el debate en medio de un total hermetismo.

“Otro cosa fundamental es el mensaje, lo que quiero que la gente recuerde, qué debo repetir como un leitmotiv, porque a pesar de las preguntas siempre hay cómo meter una idea fuerza. Y, lo otro es el equipo digital para posicionar los hashtag, para que meta las ideas en el debate virtual y las defienda. Ahora la estrategia es integral dentro y fuera de la red para meterse en la conversación digital por el resto de la campaña”, agregó Zavala.

El estratega político Gustavo Isch señaló que el debate es la última oportunidad de los candidatos para plantar un tema que los caracterice y los saque de los errores y generalidades que han marcado ambas campañas hasta ahora. “Todos hablan de seguridad, pero nadie recuerda la propuesta específica de González y Noboa”, manifestó.

El especialista considera que los candidatos deben usar el debate para hablar a profundidad de los problemas que preocupan a la gente más que dedicarse a atacar o crear frases “que no pasan de ser anécdotas” como el “Andrés no mientas otra vez” que lanzó en 2021 Guillermo Lasso a Andrés Arauz. Zavala discrepa, porque dice que bien usados y planificados esos recursos pueden generar un impacto mayor al imaginado.

Mientras tanto, a diferencia del debate de primera vuelta, en las calles se siente un mayor interés por lo que puedan decir los finalistas, según pudo constatar EXPRESO en un sondeo realizado en Quito.

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La profesora Ana María Andrade considera que, aunque ella ya tiene decidido el voto, a muchas personas este careo entre Noboa y González, les ayudará a definir una postura. Espera que hablen de los temas importantes que afectan al país.

Manolo Yánez, que ahora está desempleado, dijo que ya es hora que den a conocer su plan concreto en seguridad porque considera que en este momento esa es la base para mejorar en otros aspectos como la productividad y, por ende, la generación de puestos de trabajo.

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