Desde el Mediterráneo el yogur griego trajo su ‘caballo de Troya’ a la región, y en Ecuador da señales de estar ‘conquistando’ paladares; algo que ha logrado gradualmente desde el 2010, demostrando a partir de entonces un crecimiento de doble dígito.

Según cifras del grupo de analíticas de mercado Kantar, solo el 2022 este producto logró tener un crecimiento en ventas del 38 %, en relación al 2021. En 2023 existen ya cerca de 10 marcas que compiten entre ellas por captar a sus compradores, y este número tiende a seguir creciendo.

Esta semana, en el mercado entró un nuevo competidor. Alpina acaba de añadir en la oferta de la marca Kiosko también yogur griego. La firma, que lleva varios años en las perchas ofreciendo quesos y otros productos, hace un mes se animó a lanzar esta nueva oferta, debido a la tendencia de consumo que actualmente se presenta.

Variar en sabores ha sido clave en esta expansión. Ocho años atrás, el número de marcas era menor y la oferta que se presentaba al público era limitada, mostrando únicamente este rubro en su presentación original.

Ahora es posible encontrar yogur griego de varios sabores, que van desde los frutales, como mora azul, piña y frutilla, hasta presentaciones de café, como es el caso de Galatea, que por medio de una alianza estratégica con Sweet and Coffee ofrece este sabor.

Esteban Montenegro, jefe de categoría de bebidas lácteas de Alpina, detalla que Kiosko realizó una inversión superior a los 30 mil dólares para adaptar maquinaria de producción y empaquetamiento a esta nueva oferta. Para ellos, este rubro es tan importante que optaron por ofrecer desde un inicio no solo el sabor original, sino también variantes con sabor a mora y arándanos, y frutos rojos. “Como valor diferencial, se añadieron trozos de frutas a este producto, una característica que no vimos en el resto”, destaca Montenegro.

Pero no todas las empresas que han ingresado a este mercado han contado con todas las posibilidades para innovar su catálogo de productos con este alimento. Algunas empezaron desde cero.

Ese es el caso de Galatea y Kaaru, las cuales comenzaron desde abajo en el 2015, vendiendo pedidos personales y manejando un proceso artesanal de elaboración de este alimento. Ahora trabajan de forma sistematizada en fábricas de producción masiva.

Por su parte, Kaaru, una de las marcas que más espacio ocupan en perchas, este crecimiento en ventas ha ido en constante ascenso, pues su facturación se eleva de manera anual en un 20 %.

La presentación de su oferta original se mantuvo hasta el 2020, año en el que empezaron a diversificar sabores. Hoy ofrecen hasta 10 adicionales, siendo la mora, frutilla y vainilla los más demandados por el público.

Pese a su inicio y tener como principal oferta el yogur griego, también expandieron su menú a vender la presentación regular de este alimento, y mantequilla desclarificada, pero solo su producto original les representa una cifra superior al 70 % en su facturación.

Mientras que para Galatea, su único producto adicional al yogur griego es su yogur regular. Sin embargo, el griego se mantiene como su ítem más fuerte en ventas, representando cerca del 95 % de su facturación anual.

La facturación de estos negocios refleja un incremento constante del 20 % año a año, de acuerdo con datos de las empresas consultadas. Mientras que según Kantar, este aumento representó un 38 %, desde el 2021 al 2022.

Esto debido a que también existió una mayor ganancia de consumidores el año pasado: 140.000 nuevos hogares, que se inclinan por consumir este tipo de producto, en sintonía con la tendencia mundial de adquirir alimentos más saludables.